Este mes el Reto "Alfabeto Dulce" debería venir cargado de buen tiempo y de sol, para recordarnos la primavera recién llegada, pero al menos en Madrid, hace un frío que pela y el fin de semana, en vez de los esperadísimos rayos de sol y con ellos las flores, las risas de la gente en las terrazas y el buen tiempo, nos deja niebla y unos tímidos rayos de sol asomando entre las nubes.
Y esto lo digo porque parece que cuando llega el buen tiempo todos estamos más activos y animados a hacer cosas y éstas nos dan menos pereza, entre ellas llenamos los blogs de color y comenzamos a hacer recetas primaverales que adornamos con flores y que cargamos de optimismo (o será que yo al menos me siento así y así se lo transmito a mis postres).
Nuestras compañeras Marta de "Little Noa" y Rosario del blog "La cocina de los gnomos" eran las encargadas de elegir los ingredientes del mes de marzo y creo que, al igual que en meses pasados, la combinación da mucho juego e invita a preparar numerosas recetas.
En un principio habían sugerido elegir mascarpone y grosellas, aunque debido a que cuando salga por sorteo la letra "Q" lo más socorrido es tirar del queso, y que las grosellas son más complicadas de encontrar en todas las fruterías, finalmente optaron por elegir galletas y mandarinas.
Y decía que me parecen muy buenas opciones ya que ambos ingredientes son asequibles y accesibles. Las mandarinas son una fruta de temporada (que por otro lado, ya está llegando a su fin). Además el hecho de que se pueda usar cualquier tipo de galletas, hace que el recetario pueda ser más rico en variedad de preparaciones.
Las mandarinas son una gran fuente de vitamina C y tienen un alto contenido en ácido fólico que las hace muy recomendables para las mujeres embarazadas, lactantes, fumadores, diabéticos y personas que estén resfriadas.
Por su contenido en antioxidantes, ayudan a prevenir las enfermedades degenerativas, y por su alto contenido en nutrientes evitan enfermedades como el cáncer de colon, las enfermedades infecciosas y el reumatismo y sirven para hidratar el cuerpo después del ejercicio físico. También ayudan a combatir el estreñimiento por su aporte de fibra al organismo y favorecen el tránsito intestinal.
En cuanto a las galletas, qué os voy a decir... Las "primeras galletas" eran una especie de pan de forma plana y de larga conservación que se llevaban en los barcos para las grandes travesías porque abultaban muy poco y se conservaban muy bien, siempre y cuando se almacenaran en un lugar seco. En general las galletas son un producto con muy poca humedad que se preparan con algún tipo de harina y como indica su nombre en inglés "biscuit" cocidas dos veces (de ahí el bajo índice de agua).
Hay muchas, muchísimas variedades de galletas ¡para gustos los colores! y como no, cada cual tenemos nuestras preferencias. A mi particularmente me encantan las galletas speculoos, las rellenas de chocolate "tipo príncipe" y las tradicionales cookies.
Para la receta de hoy, un bizcocho hecho sin harina sólo con galletas molidas, he utilizado las galletas Tostarica, las preferidas de mi hija mayor.
INGREDIENTES
Para el bizcocho
200 gr. de galletas (yo he utilizado Tostarica)
180 gr. de azúcar
4 huevos L
15 gr. de levadura
El zumo de 1/2 mandarina
100 ml. de leche semidesnatada
100 ml. de aceite de girasol
2 mandarinas en trocitos
Para el glaseado de mandarina
2 cucharadas de zumo de mandarina
50 gr. de azúcar glacé
Para las mandarinas confitadas
2 mandarinas
Azúcar
Agua
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C.
Trituramos las galletas en un procesador de alimentos. Reservamos.
En un vaso ponemos la leche y añadimos el zumo de mandarina y dejamos reposar unos 20 minutos.
En el vaso de la batidora de pie ponemos los huevos y el azúcar y batimos hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen. Añadimos las mandarinas en trocitos y mezclamos.
A continuación incorporamos el aceite y seguimos batiendo. Luego agregamos las galletas y la leche y mezclamos bien. Por último incorporamos la levadura y terminamos de mezclar.
Forramos un molde rectangular con papel de horno y lo engrasamos. Vertemos la masa en él y horneamos durante 40 minutos aproximadamente o hasta que insertando un palito en el centro del bizcocho, éste salga limpio.
Para confitar las mandarinas ponemos un poco de agua y azúcar al gusto en una sarten y llevamos a ebullición. Cortamos las mandarinas en rodajas no muy finas y las ponemos en en la sarten y dejamos que se vayan caramelizando (hasta que el agua se evapore y se forme una especie de caramelo). Dejamos reposar sobre un papel de horno.
Cuando el bizcocho esté frío, lo desmoldamos y lo colocamos en una fuente. Agregamos por encima el glaseado de mandarina y lo adornamos con unas rodajas de mandarina o piel de mandarina confitadas.
Tip: confité la piel de la mandarina, cortándola en juliana y siguiendo el mismo proceso que con las rodajas de mandarina
Obviamente podéis utilizar las galletas que más os gusten, incluso añadir un poco de cacao en polvo sin azúcar para chocolatear este bizcocho. A mi particularmente la combinación de las naranjas/mandarinas con el chocolate me encanta.
Y si rizáis el rizo, y después de caramelizar las mandarinas las bañáis en chocolate negro... Ummmmm, ¡qué ricas! O si cortáis la piel en bastoncitos en vez de en juliana, la confitáis y luego la sumergís por completo en chocolate y dejáis que escurra el sobrante.
Como siempre casi todas las recetas podemos adaptarlas a nuestras preferencias o al menos modificarlas un poquito. Ya he recibido algunas de vuestras propuestas y como siempre, son estupendas.