Hace un día precioso, un día soleado pero frío de invierno en Majadahonda, un domingo como otro cualquiera, diréis... Pero no, este domingo es especial, porque un 27 de enero de 2013, domingo también, se empezó a gestar este blog y durante 6 años me ha acompañado en mi día a día, en los buenos y no tan buenos momentos.
Tengo que reconocer que sólo me ha dado alegrías y mucho trabajo también. Los que tenéis un blog sabéis a lo que me refiero. Las personas que tenemos un blog relacionado con la repostería, no sólo tenemos que preparar el postre que publicamos, también tenemos que hacer las fotos, editarlas y escribir la entrada que no se limita únicamente a contar una receta sin más.
Por eso detrás de nuestros blogs hay mucho trabajo pero también muchas anécdotas, vivencias, ganas de compartir y de aprender de los demás. O al menos es cómo yo lo veo... Todos nos enriquecemos de todos, todos aprendemos algo de algún compañero y todos aportamos nuestro granito de arena a este mundo virtual.
Yo he tenido la gran suerte de conoceros a muchos de vosotros personalmente e incluso telefónicamente o por WhatsApp, pero es que además tengo un grupo de grandes amigos, de amigos de verdad, "los blogueros resposteros" como a mi me gusta llamarlos, que nos vemos con cierta regularidad, que compartimos dudas, alegrías, éxitos, momentos buenos y malos y sobre todo AMISTAD con mayúsculas y mucho, mucho amor.
Sólo con haberlos conocido y tenerlos en mi vida ya ha merecido la pena crear este blog. Por eso la entrada de hoy, además de ser una entrada para celebrar el 6º Aniversario de Cook the cake, es una entrada homenaje a mis amigos reposteros. Ellos saben quiénes son, así que no voy a nombrar a nadie. ¡Va por vosotros chicos!
Como soy muy optimista y pensaba haber llegado a primera hora de la mañana, he preparado un riquísimo bundt cake con un intenso sabor a limón y así haber empezado a repartir trozos para que pudiéramos desayunar juntos y celebrar este día.
Finalmente no he llegado a tiempo, aunque sí en uno de los momentos del día que más me gusta y del que suelo disfrutar los fines de semana: la hora del aperitivo... Así que he pensado ¿qué os parece si nos tomamos unas cervecitas y hacemos un picoteo y tomamos el bizcocho después? Yo creo que podemos mojar estos seis años en el café de después de comer ¿no?.
Os dejo la receta por si queréis preparar este bizcocho. Veréis que no lleva ni aceite ni mantequilla ya que con la materia grasa de la nata (crema de leche) es suficiente, grasa que hace que la miga sea compacta y un poco húmeda, como la de los sobaos pasiegos de mi tierruca.
BUNDT CAKE DE NATA (crema de leche) Y LIMÓN CON
GLASEADO DE FRAMBUESA
INGREDIENTES
Para el bizcocho
320 gr. de harina
3 cucharaditas de levadura
1 pizca de sal
3 huevos tamaño L
200 gr. de azúcar
250 ml de nata (crema de leche) líquida para montar 35% M.G.
70 ml. de zumo de limón
Ralladura de 2 limones
Un puñado de frambuesas (opcional)
Para la salsa de frambuesa
Un puñado de frambuesas
50 gr. de azúcar glas
1 cucharada de jugo de limón
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 170º C y engrasamos un molde de bundt cake con mantequilla derretida. Yo he utilizado el molde "Vintage Star" de Nordic Ware (capacidad 10 tazas).
Preparamos el bizcocho, para ello tamizamos la harina, la levadura y la sal. Reservamos.
En el vaso de la batidora de pie ponemos los huevos y el azúcar y batimos durante unos 10-12 minutos hasta que quede una crema esponjosa y aumente de volumen.
Agregamos la harina, la levadura y la sal a la crema y mezclamos bien con ayuda de una espátula. Mezclamos el zumo de limón con la nata (crema de leche) líquida y la ralladura de limón. Añadimos esta mezcla a la masa y mezclamos bien hasta que la masa sea suave y homogénea.
Vertemos la masa en el molde. Introducimos las frambuesas hundiéndolas con ayuda de una cucharita o un palito y horneamos de 40 a 50 minutos aproximadamente o hasta que insertando un palito, éste salga limpio.
Retiramos el bizcocho del horno, dejamos enfriar 10 minutos sin desmoldar y luego pasamos el bizcocho a una rejilla y dejamos que se enfríe por completo.
Mientras se hornea el bizcocho, vamos a preparar el glaseado de frambuesa.
Primero ponemos las frambuesas en un cazo a fuego lento y dejamos que cuezan unos minutos. A continuación trituramos con una batidora de brazo y pasamos la salsa de frambuesas por un colador para eliminar las semillas. Dejamos que se enfríe.
Mezclamos la salsa de frambuesas con el azúcar y el zumo de limón hasta que el azúcar se disuelva completamente. Agregamos más zumo de limón si el glaseado es demasiado espeso.
Notas:
Las frambuesas en la masa son opcionales. Podéis simplemente no ponerlas si es que no os gustan los bizcochos con relleno de frutas.
De la misma manera el glaseado de frambuesas también es opcional. El bizcocho sin glaseado también está riquísimo y tiene un sabor muy intenso a limón.
Podéis sustituir el zumo de limón por licor de limón o limoncello.
A mi me gusta incorporar las frambuesas porque la combinación de las frambuesas con el limón resulta magnífica y casa a la perfección aportándole al bizcocho un delicioso sabor. Es una combinación que suelo hacer con frecuencia.
Y con este bizcocho festejo y soplo con vosotros estas velas virtuales para celebrar un año más que estoy por aquí dando guerra, horneando y preparando recetas muy, muy dulces.
Gracias a todos por leerme, por acompañarme día a día aunque haya tenido momentos en los que he estado un poco más ausente y no me he pasado por aquí tanto como me hubiera gustado, gracias por escribirme y dejarme vuestras dudas y sobre todo muchas gracias por todos esos mensajes bonitos y cargados de emotividad que me dejáis en muchas ocasiones, compartiendo conmigo momentos familiares en los que habéis confiado en Cook the cake y habéis preparado alguna de las recetas de este blog.
Y como digo en la presentación del blog "Gracias a todos por dedicar unos minutos a leerme y por dejar que Cook the cake se cuele en vuestras vidas. Cook the cake y... ¡disfruta!"