Hay muchas formas de preparar un molde para hornear algo de pastelería. La más común que he visto en las casas es untar mantequilla en todo el molde para enmantecar o engrasar y luego espolvorear con harina por todas partes (enharinarlo). ¿El problema? No funciona tan bien y de todas formas se sigue pegando, casi que al azar, a veces sí y a veces no. Además… se ve feo. Desmoldas tu pastel, que sería divino si no fuera por ese pegote de harina que tiene alrededor. Que además sabe a pegote de harina.
Además… puede que estés terminando la receta y de repente te des cuenta y termines diciendo “¡no tengo harina para el molde!” con voz desesperada. Sería una desgracia pastelerística si no supieras cómo engrasar un molde para pastel o algún tip para que no se pegue el pastel al molde. ¿No?
En mi historia pastelera, luego del pegote de la enharinada y engrasada, comencé a hacer pasteles de chifón, que en las instrucciones decía expresamente no enharinar ni engrasar el molde. ¡¿Y entonces?! Obviamente el primero fue un desastre y se pegó todo… Pero después de ensayar varias cosas, llegué al método que me ha funcionado para cualquier cosa de pastelería horneada desde entonces. Aquí te lo traigo, tip de pastelería súper útil. Y si vives a una altitud considerable y siempre te salen mal los pasteles, te sugiero que veas esta página, donde te explico cómo modificar las recetas para pasteles en altura.
Preparar un molde para hornear
Busca tu molde (revisa la receta para especificaciones), papel mantequilla o parafinado y algo con qué marcar.
Traza el perímetro de tu molde en el papel y recorta.
Si es un molde redondo, puede que no necesites este paso tanto. En ese caso, corta un cuadrado o rectángulo en el que quepa tu molde, d
óblalo por la mitad formando triángulos cada vez más alargados. Pon la punta más o menos en el centro del molde y corta haciendo una curva donde se acaba el borde. Sé que suena más largo y difícil, pero cuando ya le tengas práctica vas a ver que ahorras tiempo.
Si es un molde rectangular o cuadrado puede que no necesites trazar el perímetro. Dobla el papel y pasa con cuidado un cuchillo por el pliegue para cortarlo.
Pon en el fondo del molde tu papel a la medida. Si te preocupa mucho que se unte o si tu molde es acanalado o tiene alguna textura en las paredes, puedes untar un poquito de aceite con una servilleta o usar de ese que venden en spray, pero en general no debería preocuparte esto.
Cómo desmoldar un pastel
A menos que sea un chifón o un angel’s cake, déjalo enfriar en el molde unos minutos, si es posible en el horno con la puerta entreabierta. Ayuda a que no se baje tanto. Si es uno de esos, usa un molde de los que tienen un tubo hueco en el centro y voltéalo apenas salga del horno usando una botella para que quede espacio entre la mesa y el pastel.
Pasa una espátula fina por todo el perímetro de tu molde, con cuidado. Quieres ir con cariño, separando. ¡No quieres que te pase lo de esta foto!
Gíralo sobre el plato en que lo vas a servir, un plato intermedio o una rejilla. Quítale el papel con cuidado, despacio.
Si habías pasado a un plato intermedio, de una vez mueve el pastel a la rejilla o al plato final para que no se vaya a pegar donde no debe.
¿Ganas de poner todo esto en práctica?
¡Puedes hornear algo hoy mismo! Puedes hacer el gingerbread navideño que queda apenas para esta época del año. Además, tiene ventajas adicionales si apenas te estás acercando tentativamente a la pastelería. Primero, no necesitas ni una batidora. Segundo, ahora ya sabes cómo preparar un molde para hornear sin que se te vaya a pegar.
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