La Semana Santa no sería lo mismo sin las famosas torrijas. Seguro que se te viene a la cabeza las tradicionales torrijas de pan empapado, rebozadas en huevo y fritas. Pero, ¿qué me dirías si te dijera que te las puedes comer en forma se sushi?
No, no estoy de broma. La humilde torrija se transforma cada año en la Pastelería Nunos (C/Narvéz, 63, Madrid). Su creador, José Fernández, se reinventa constantemente jugando con las torrijas, desde escabecharlas y servirlas en una lata, a darles forma de bocadillo o hamburguesa y hasta convertirlas en sushi, como las de este año.
A pesar de la innovación en el concepto, esta licencia creativa es muy arriesgada y no creo que sea entendida -gastronómicamente- por todo el mundo; vamos, que no es apta para todos los públicos.
Muestra de algunas sushi-torrijas de la Pastelería Nunos
Las sushi-torrijas japonesas Amai Age by Nunos
Sushi, makis, uramakis, hosomakis o nigiris son algunas de las formas elegidas para adaptar la torrija y que forman parte de la nueva colección de la Pastelería Nunos inspiradas en la gastronomía nipona.
Están hechas con los mismos ingredientes que la versión tradicional, incorporando lógicamente el toque japonés y nuevos sabores, como rosas, lichi, té verde Matcha o yuzu.
Aquí están algunas de las torrijas creativas de la colección Amai Age by Nunos:
Futomaki de chocolate blanco, torrija de chocolate blanco caramelizado con frutas del bosque y arroz con yuzu
Hosomaki de frambuesa y rosas, torrija de queso con arroz de frambuesa y rosas
Uramaki de té verde Matcha , torrija de té verde Matcha con pistachos y arroz al yuzu
Uramaki frito, torrija de chocolate, arroz con leche frito con pancho y sésamo negro
Sushi Nigiri de naranja, torrija de naranja con arroz con leche
Sushi Nigiri de miel y soja, torrija de miel y soja dulce dulce con arroz con leche, con un toque picante de wasabi.
Inari, torrija de coco con piña y lichis
Tras probarlas todas, las que más me convencieron fueron las que llevaban arroz de frambuesa y rosas en forma de hosomaki, por el contraste de sabores que no te esperas.
La sensación que tienes es que no estás tomando una verdadera torrija. Para mí, esta versión sushi es un postre muy elegante y original que no la termino de ver en la vitrina de la pastelería y sí en un restaurante.
En efecto, no sería la opción más comercial frente a las torrijas tradicionales, como me comentaba el propio creador. Sin embargo, estas versiones de las torrijas que se hacen cada año en esta pastelería son creadas como un juego gastronómico que cada vez tiene más adeptos.
Hosomaki de frambuesa y rosas, torrija de queso con arroz de frambuesa y rosas
No te pierdas el reportaje grabado por el equipo de Aquí la tierra, de TVE, donde se ven todos los tipos de sushi-torrijas.
No es sushi ¡son torrijas!
Torrijas tradicionales vs. torrijas creativas
El origen de la torrija es un poco controvertido, pero seguro que viene de lejos, de la época árabe o sefardí y que a partir de ahí empezó a evolucionar. Lo que sí está claro es que las torrijas siempre han estado asociadas a la escasez económica, puesto que servían para aprovechar el pan duro.
Aunque se pueden preparar en cualquier época del año, es muy típico hacerlas durante la Semana Santa. Ahora bien, ¿hacemos una versión tradicional o tiramos para algo más creativo? Ahí está el dilema.
Intuyo que las que tendrán más éxito en las casas serán las tradicionales torrijas de leche o vino, aunque no se pueden descartar algunas opciones creativas por muy arriesgadas que sean, como las del sushi.
En mi corta vida de catador de torrijas, he podido probar algunas muy buenas: con crema de leche, con moscatel, con toffee y turrón, con mermelada de naranja amarga, etc.
...Pero, que me perdonen todos sus creadores, que me quedo con la tradicionales que hace mi madre (nunca me salen tan ricas como a ella).
Súper torrijas en las vitrinas de la Pastelería Nunos
Puntos claves a la hora de hacer una torrija
Parece fácil, pero hacer unas buenas torrijas tiene su técnica. Y aquí cada uno tiene sus trucos. José Fernández, de la Pastelería Nunos me dió algunos puntos clave para hacer la mejor torrija:
1. Usar un pan especial para torrijas: ideal que tenga menos alveolo, es decir, que el pan esté más apretado. De esta manera, absorberá más leche.
2. Escurrir bien la leche.
3. Pintarlas con huevo en vez de sumergirlas. Evitaremos que a la hora de freírlas aparezcan los típicos restos negros en el aceite.
4. Freírlas en aceite muy caliente para que haga costra rápidamente y no suelte la leche. Aunque también tenemos la posibilidad de hacerlas a la plancha.
Y ya, para darle un toque especial, podemos ponerle glaseado de limón, crema pastelera, dulce de leche, mazana y canela, como las que puedes ver en la foto de abajo, ¡súper golosas!
Tampoco hay que perder de vista a los "sin", que unas torrijas sin gluten y sin lactosa también pueden ser muy gustosas.
Torrijas súper golosas de la Pasteleria Nunos
Mi reflexión final
La torrija es un dulce clásico que no se salva de la innovación, a veces acertada, otras arriesgada y, en algunas ocasiones, desafortunada. En cualquier caso, para gustos, los colores.
¿Por qué se hacen las denominadas torrijas de autor? Se me ocurren varias respuestas. ¿Para aumentar las ventas? ¿Para estar en el candelero? ¿Solo por divertimento? Solo sus creadores conocen la verdad verdadera.
Yo me apunto a esta nueva moda. Yo las pruebo, y si me gustan repito, así de sencillo. No se pierde nada por probar unas "nuevas" torrijas, por mucho que me gusten las de mi madre.
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