Para empezar la semana os enseño a preparar unos riquísimos raviolis caseros, rellenos de una crema de cuatro quesos y nueces, y bañados en salsa pesto de albahaca y nueces. No vamos a necesitar máquina de hacer pasta casera, aunque si la tenéis y queréis usarla os vendrá muy bien para estirar la masa. Si no la tenéis pues la estiráis con un rodillo. Y luego para cortarla he usado un cortador redondo rizado. El resultado es una pasta con un delicado relleno y con una salsa deliciosa. Podéis hacer los raviolis del tamaño que más os gusten, los míos eran grandes, por lo que con tres o cuatros vais bien servidos.
INGREDIENTES:
Para la masa:
300 gr. de harina común
3 huevos
30 ml. de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
1/2 cucharadita de sal
Para el relleno:
150 gr. de mozzarella fresca
75 gr. de queso gouda (lo rallaremos nosotros después)
30 gr. de queso Grana Padano rallado
40 gr. de queso crema
80 gr. de nueces
Sal
Pimienta
Para la salsa pesto de nueces y albahaca:
100 gr. de albahaca fresca
1 diente de ajo
50 gr. de queso Grana Padano
150 ml. de Aceite de Oliva Virgen Extra
100 gr. de nueces
5 cucharadas de agua
Sal
Para decorar:
Unas hojas de albahaca
Nueces
PREPARACIÓN:
Lo primero que prepararemos será la salsa pesto, para ello introducimos todos los ingredientes en el vaso de la batidora menos el aceite, y empezamos a batir, añadiendo poco a poco el aceite hasta integrarlo todo y que salga una salsa espesa. Reservamos.
Ahora preparamos la masa, para ello batimos los huevos y los añadimos a la harina, junto con la sal, mezclamos bien y sacamos. Trabajamos la masa sobre la encimera para obtener una masa lisa y elástica. Cubrimos con film transparente y dejamos reposar durante unos 30 minutos.
Mientras tanto preparemos el relleno, para ello mezclamos todos los quesos y le añadimos las nueces picadas con la ayuda de un mortero. Mezclamos bien y reservamos.
Después de reposar la masa la dividimos en dos y estiramos bien, dándole forma de rectángulo del mismo tamaño a las dos mitades de masa.
Sobre uno de ellos vamos poniendo montoncitos no muy grandes de relleno, separados entre si, y cubrimos con la otra parte de la masa.
Presionamos con las manos para que no quede aire dentro y luego cortamos los raviolis. Si vemos que no quedan bien sellados, podemos usar un tenedor para sellar bien los filos. Cuando acabemos la masa volvemos a hacer una bola con ella y dividimos de nuevo en dos mitades, procediendo de la misma forma hasta acabar la masa ( a mi me salieron 15 raviolis grandes).
Vamos cociendo por tandas de tres o cuatro en abundante agua salada durante unos cuatro minutos y vamos reservando sobre papel absorbente hasta cocer todos. Después calentamos el pesto en una sartén y añadimos los raviolis escurridos. Le damos un golpe de calor para terminar su cocción.
Servimos acompañados de unas hojas de albahaca y de unas nueces.
Feliz lunes.