500 g de harina
80 g de azúcar
210 g de mantequilla
2 sobres de levadura seca
1 huevo
220 ml de agua
En un bol mezcla la levadura con la harina. Mezcla bien con unas varillas para que queden bien integrados.
Añade la mantequilla, que esté un poco blanda, y vuelve a mezclar todo de nuevo. Añade el azúcar y vuelve a batir.
Ve vertiendo el agua mientras vas removiendo enérgicamente, o utiliza una batidora para que se vaya formando una masa uniforme y suave. No debe quedar pegajosa.
Amasa la mezcla con las manos cuando esté más espesa. Cuando vaya cogiendo un poco de forma, deja reposar 1 hora, aumentará de tamaño.
Pasada la hora, espolvorea la mesa de trabajo con harina y extiende la masa con un rodillo. Dobla la masa un par de veces y vuelve a extenderla con el rodillo.
Corta en triángulos la masa y empieza a enrollarlo. Hazle la forma de media luna.
Precalienta el horno a 190º C y mientras bate el huevo y pinta la masa por encima, para que se dore cuando se hornee.
Introduce en el horno durante 15 minutos o hasta que la masa esté hecha y estén dorados.