De color rojo intenso y sabor anisado con la frescura de los frutos silvestres, el pacharán es uno de los licores más sencillos de elaborar cuyo secreto se encuentra en las endrinas.
Los endrinos crecen en los montes. En otoño nos ofrecen sus frutos, las endrinas. Podemos encontrarlas desde finales de agosto a finales de octubre. Lo ideal es recolectarlas a mediados de octubre, cuando ya están bien maduras. Ésto es importante porque si las recolectamos antes serán más ácidas lo que afectará a nuestro pacharán que será también más ácido y menos digestivo.
El anís es el otro ingrediente fundamental para elaborar nuestro pacharán. Éste ha de ser de buena calidad ya que de él también dependerá el resultado final de nuestro pacharán, con una buena graduación, mínimo 30º. Otra opción, es elaborarlo nosotros mismos pero esto ya lo explicaremos en otro post.
Ingredientes:
250 gr de endrinas
1000 ml de anís
1 vaina de vainilla o de canela (al gusto)
6 granos de café
1 botella de vidrio de boca ancha.
Elaboración:
Una vez recogidas las endrinas, las limpiamos minuciosamente y las lavamos con agua fría.
Las introducimos en la botella y las rellenamos con el anís.
Añadimos la vaina de vainilla y los granos de café.
Cerramos la botella y la agitamos.
Etiquetamos la botella con la fecha que indicará el inicio del proceso de maceración.
Guardamos en el interior de un armario, a oscuras, en un lugar que se mantenga constante la temperatura durante un periodo de 3 a 6 meses.
Tras cinco meses de maceración, aquí estoy filtrando mi pacharán casero
Durante el periodo de maceración, agitaremos la botella una vez a la semana.
Una vez finalizado el tiempo de maceración, filtramos con mucho cuidado, con un colador chino o un filtro de melitta (filtros de café).
Envasamos en una botella de vidrio y lo dejamos reposar una semana para que acabe de asentarse.
¡Listo! Ya podemos disfrutar de nuestro pacharán casero.
El pacharán, lo ideal, es consumirlo frío, a una temperatura entre 6º-8º. Lo podemos guardar en el frigorífico o bien tomarlo con hielo (no demasiado), incluso mezclado con bebidas gaseosas.
Nota: Hay que tener en cuenta que si nos excedemos demasiado con el tiempo de maceración las endrinas se pueden descomponer, dejando demasiado poso en el licor y amargándolo de sabor. Otra cosa a tener en cuenta es que si utilizamos anís de baja graduación, con el tiempo pueden aparecer posos y telillas blancas. Esto se soluciona volviendo a filtrar de nuevo el pacharán. ¡Ojo con los excesos! Produce muy mala resaca ;-)
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