Las sopas son una especialidad culinaria muy antigua. Sus orígenes provienen de la Prehistoria, cuando apareció la necesidad de ablandar los alimentos duros y difíciles de masticar. Se mezclaban con agua hirviendo y se bebían, con lo que apareció, por primera vez, el concepto de caldo. Posteriormente, en la época romana, la sopa tuvo gran importancia y se empezaba ya a mezclar con toda clase de frutas y verduras, aunque durante mucho tiempo fue considerada el alimento de los pobres.
Gallina Blanca, con la colaboración de expertos culinarios como Abel Mariné, catedrático de Nutrición de la Universidad de Barcelona y Luisa Aracil, experta cocinera especializada en sopas y responsable del Centro Culinario de Gallina Blanca, nos hablan de las sopas más apetitosas y saludables para el verano.
Más que un simple caldo
Partiendo de ingredientes frescos y naturales, se obtienen las más variadas e imaginativas combinaciones: refrescantes, ligeras, seductoras, con los colores del verano... todas ellas nutritivas y fáciles de preparar y consumir:Sopas ligeras: especiales para quienes quieren conservar la línea o seguir una dieta, o como entrante de un plato más consistente.
Sopas nutritivas: para los que gozan de buen apetito o quieren tomarla como plato único o principal.
Comer con la vista: Las sopas se suman a la explosión de colores de la primavera y el verano. Verde, naranja, rosa, rojo, son diferentes tonalidades para abrir el apetito y deleitando la vista.
Sopas dulces. Una deliciosa y cómoda forma de consumir frutas frescas, cócteles de vitaminas beneficiosos para nuestro organismo, o de saborear auténticos y deliciosos postres.
Las sopas constituyen un modelo característico de la famosa y saludable dieta mediterránea, al reunir una gran variedad de ingredientes combinados. Abel Mariné reconoce los beneficios que ofrecen las sopas para la salud, destacando sus cualidades en la preparación que transforma los alimentos en todos los sentidos: nutricional, sensorial/gastronómico e higiénico.
Su secreto, su elaboración
El proceso culinario de preparación de la sopa, basado en la ebullición a una temperatura no superior a los 100º C, garantiza, por un lado, la seguridad de los alimentos al disminuir el riesgo de enfermedades microbianas; por otro, favorece la correcta digestión de todos los componentes y abre el apetito; y, por último, al mantener y armonizar los ingredientes originales de sabor y olor más que cualquier otro proceso culinario, proporciona un placer que prepara psicológicamente para una buena comida.Mariné señala el interesante valor nutritivo de las sopas, por la variedad y proporción de los distintos alimentos: "en la sopa predominan los cereales, las legumbres, las verduras y hortalizas, mientras que las grasas aparecen en proporciones relativamente pequeñas, y las proteínas animales o están en forma de queso y huevos o en pequeñas proporciones de carne y pescado justas para dar sabor al caldo. La ebullición aumenta la digestibilidad de los alimentos al fraccionar proteínas y almidones, y este fraccionamiento libera en el caldo péptidos que estimulan el apetito".
Las más refrescantes recetas de sopas frías
Gallina Blanca nos presenta alguna de las recetas para tomar las mejores sopas frías este verano.Crema de queso fría y perfume de parmesano
Ingredientes:
• 150 gr. de queso cremoso,
• 1 yogur natural,
• 1 vaso grande de leche,
• 3 vasos grandes llenos de caldo de pollo,
• 1 cucharada sopera de harina,
• pimienta blanca en polvo,
• 50 gr. de queso parmesano.
Preparación
Verter el caldo de pollo en un recipiente y calentar, añadir el queso cremoso. Cuando esté fundido incorporar la leche en la que se habrá disuelto la harina y el yogur y dejar hervir de forma que espese pero procurando que no se hagan grumos. Rectificar con pimienta, cocer unos 5 ó 7 minutos y añadir el queso parmesano por encima. Servir muy fría.
Sopa de pepino a la pimienta
Ingredientes:
• 3 pepinos grandes,
• 2 yogures naturales,
• zumo de limón,
• 1 ramita de menta fresca,
• 1 l. de caldo de pollo,
• sal,
• cebollino,
• pimienta.
Preparación
Cortar los pepinos y triturarlos junto con los yogures, el zumo de limón y el caldo de pollo frío. Cuando está bien batido y la crema está muy fina, añadir la menta, un poco de sal y un poco de cebollino picadito. Añadir un poco de pimienta y servir la crema bien fría.
Sopa fría de remolacha
Ingredientes:
• 1 paquete de remolacha cocida,
• 1/2 l. de zumo de tomate,
• 1 cebolleta tierna,
• 1 dl. de aceite,
• 1 cucharada de vinagre,
• 150 c.c. de nata (crema de leche) líquida,
• 1 l. de caldo de carne.
Preparación
Triturar la remolacha y batir junto con todos los ingredientes. Dejar en la nevera y servir fría con unas chips de remolacha.
Sopa fría de almendras y canela en dulce
Ingredientes:
• 1l. y ½ de leche,
• 250 gr. de almendras molidas,
• 200 gr. de azúcar,
• 150 gr. de pan,
• 1 cucharada de canela en polvo,
• 200 cc. de nata (crema de leche).
Preparación
Hervir la leche con las almendras y el azúcar durante 10 minutos. Añadir el pan troceado y la cucharada de canela. Dejar espesar ligeramente a fuego lento. Triturar, colar e incorporar la nata (crema de leche). Servir muy fría en cuencos. Si se desea quemarla, lo mejor es utilizar un quemador de crema catalana.
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