Y pensando, pensando, llegué a la conclusión de que tenía que hacer, más que un plato para una fiesta, una "comida de madre", una de esas que cierras los ojos y ves a tu madre cocinándola. De esos platos que pasan en una familia de generación en generación, que huelen a hogar, a familia, a amor de madre...
Uf, con esto tengo un problema. No sé si ya lo había comentado, mi madre no es muy de cocinar. Mi abuela sí, pero mi madre no. A ver, lo que cocina mi madre es aceptable, no repetible. Mi madre no encuentra placer en la cocina, hace de comer por obligación. Lo justo, para no morir de inanición. Así que, presa de la desesperación, y esto que conste en acta, recurrí a otra madre. La madre del que me ronca en la oreja todas las noches, es decir, mi suegra.
Mi suegra tiene muchas cosillas, unas buenas y otras malas, lo vamos a dejar así, pero buscas suegra en el diccionario y sale su foto. Con cara de bruja. Y buscas nuera jodía en el mismo sitio, y sale la mía. ¿Nos entendemos? Pues bueno, la señora tiene muchas cosillas, pero cocina bien. No, para ser justos, cocina más que bien, es una diosa de los fogones, y esto no le quita llevar veneno infiltrado en cada poro de su piel. Que conste en acta que lo digo sin acritud.
Así que le pregunté al roncador, o sea, al hijo de mi suegra, si tuviese que decirme un plato que identificaría a su madre, que él recordase de su infancia, de esos que cierras los ojos y ves a la madre que te pintó ¿cuál sería? Pues lo tenía clarísimo, el rollo de carne, dijo.
Pues no soy yo muy de rollo de carne, de dar el rollo, sí, como estáis comprobando. Hasta en esto me tiene que fastidiar. Siempre en su papel. De suegri.
Vale, a mi suegra le hago la ola en la cocina, pero este es mi blog, así que mala nuera sería si no cambiase alguna cosilla, que no le voy a dar la razón así a mi suegra sin presentar batalla. A mí no me gusta hacer el rollo de carne grande, ni en el horno, porque se seca mucho, y porque normalmente sólo somos dos a comer. El rollo de carne está bueno, pero no es plan de comerlo toda la semana. Así que me paso al rollito individual, y a la cazuela. Por otra parte, ella le ponía huevo cocido, chorizo y pimientos asados. Yo le he quitado el chorizo, y le he puesto zanahoria y espinacas, un pelín más sano, y menos de comerte el chorizo después toda la tarde, que no repite ni nada el choricillo.
Así que a celebrar el día de la madre, que algo nos mereceremos caramba. Pero después de este homenaje bloguero, ahora que no me oye nadie, yo no quiero cocinar ese día, que eso ya lo hago todos los días. A estirarse, que para eso el día de la madre es domingo, y a llevar a las madres a un restaurante a comer, caramba. A ver si me lee el hijo de mi suegra, y tengo suerte, y comprende que no es a la madre de él a la que tiene que llevar a comer por ahí, sino a la madre de sus hijos, que para eso le aguanta el ronqueo. Y a ver si no me lee mi suegra, que entonces fijo me toca comer en su casa. Amén.
Rollitos de carne rellenos
Ingredientes:
Para cada rollito:
1 filete de ternera, grande, que os lo corten fino.
1/4 de zanahoria en palitos, previamente cocida.
1/4 huevo cocido.
10 g de espinacas (yo uso de las congeladas, de las que vienen en porciones, le pongo una bolita de espinacas por filete).
1/2 loncha de bacon, en tiritas.
1/2 pimiento del piquillo.
sal.
pimienta.
harina.
Para la salsa:
1/2 cebolla grande
50 g puerro.
1/2 vasito de brandy.
1 1/2 vasos de agua.
1 pastilla de caldo, o sal.
1 cucharadita de maizena, si la salsa nos gusta más espesa.
Preparación:1. Colocar un papel de film encima del filete y, con ayuda de un rodillo, aplastarlo un poquito, así nos quedará más tiernito, y, sobre todo, más fácil de enrollar. Salpimentar el filete.
2. Colocar sobre el filete el relleno, e ir enrollando con cuidado. Sujetarlo con unos palillos, para que no se abra al cocinarlo.
3. En una cazuela grande con un chorrito de aceite bien caliente, dorar los rollitos de carne, que previamente habremos pasado por harina. Reservar.
4. En la misma cazuela, añadir la cebolla y el puerro picados. Dejar dorar muy bien. Cuando ya estén bien hechitos, añadir el brandy, y rascar el fondo de la cazuela con una cuchara de madera.
5. Volver a poner los rollitos en la cazuela, cubrir con el agua, poner una pastilla de caldo o sal, y dejar cocer a fuego lento unos 20-25 minutos.
6. Cuando los rollitos estén bien tiernos, sacarlos de la cazuela. Con cuidado pasar la salsa al vaso de la batidora y triturar. Volver a poner la salsa en la cazuela, si vemos que nos ha quedado demasiado líquida, añadirle un poquito de maizena disuelta en agua fría, y darle un hervor. Volver a meter los rollitos en la salsa.
Nota: Cariño, si ves que no me vas a llevar a comer por ahí, y, sobre todo, si vamos a ir a comer a casa de tu madre, sería un detallazo que me comprases algún regalillo. Ya sabes que me rechiflan las flores, que hay un par de libros de cocina en los que estoy interesada, y que una cámara Réflex para hacer las fotos del blog sería lo más. Besos.