Hemos preparado unos rollitos, que aunque fue un poco, "vamos a ver que sale", estaban deliciosos, ya que por fuera estaban crujientes y la mezcla de la manzana con la morcilla quedó espectacular. La próxima vez que los hagamos intentaremos hacer una presentación un poco más artística para que resulte un plato de nota.
Ingredientes:
Láminas de pasta filo
Dos manzanas en nuestro caso golden
1 morcilla de arroz de Burgos
3 huevos. 2 para el plato y 1 para pintar los rollitos.
1 cucharada de aceite
Poner el horno en marcha a 200º.
Primero pelamos las manzanas y las troceamos, colocándolas en la sarten a fuego medio. Han de hacerse poco a poco para que se queden blandas, nos ayudamos con un tenedor y con una pala de hacer puré para ir aplastando las manzanas.
Cuando están añadiremos la morcilla que la habremos preparado de la siguiente forma, sacamos la piel y la hacemos trocitos. La ponemos en la paella junto con la manzana y lo dejamos de nuevo todo junto a fuego medio. Vamos moviendo hasta conseguir una mezcla perfecta de manzana y morcilla.
Llegados a este punto añadimos los huevos batidos y realizamos como una especie de revuelto con la mezcla anterior. Ya lo tenemos listo.
Cogemos las hojas de pasta filo, nosotras lo hicimos en grupo de 3 hojas, fuimos cortando rectángulos y rellenando con la mezcla preparada.
Los colocamos encima de papel de horno, sobre la rejilla, los pincelamos de huevo y los pusimos al horno. En el momento de entrar, bajamos la temperatura a 180º. Como siempre ir vigilando el color que toman para evitar que se nos dore demasiado. Aproximadamente en 20 minutos estaban crujientes.
Si las acompañamos de una ensalada. Tenemos una comida o cena perfecta.