Cada año hago el roscón que comeremos en casa.
La verdad es que me suelen salir muy bien y lo que procuro es darle una nueva forma al de cada año. Este año he probado a hacerlo con calabaza en la masa. Siempre hago una prueba unos días antes para ver que tal sale y este en concreto da un resultado muy bueno. Tengo que admitir que no es una masa tradicional de roscón, es más bien de brioche. Pero queda muy rico y es una manera diferente de presentarlo.
Espero que os guste.
INGREDIENTES:
200 gr de leche condensada
40 gr de mantequilla blanda
60 ml de leche
10 gr de levadura fresca de panadería.
290 gr de puré de calabaza cocida y escurrida
Una pizca de sal
500 gr de harina de fuerza
1 huevo para pintar
Crema de cacao para rellenar
PREPARACIÓN:
Comenzamos cocinando la calabaza en agua hirviendo hasta que esté tierna.
La ponemos a escurrir para quitarle todo el agua posible. La iremos machacando para escurrirla bien. Reservamos.
Mientras se enfría, ponemos en el vaso la leche condensada, la leche normal, la mantequilla y la levadura y mezclamos 20 segundos a velocidad 3 1/2.
Añadimos la calabaza bien escurrida y fría y la sal. Trituramos 15 segundos a velocidad 4. Debe quedarnos una masa líquida y sin grumos.
Echamos la mitad de la harina, mezclamos 15 segundos a velocidad 3, y luego la otra mitad y hacemos lo mismo.
Cuando ya esté todo bien mezclado, amasamos 3 minutos en velocidad espiga.
Dejamos levar la masa abrigada en el vaso o en un bol hasta que crezca el doble. Unas dos horas.
Ya ha crecido bien. Amasamos un minuto para quitarle el aire.
Volcamos la masa en la encimera sobre un papel vegetal aceitado. Nos mojamos las manos en aceite de girasol para poder manejar la masa que es bastante pegajosa, pero es mejor así que añadir más harina. Armaros de paciencia.
Cogemos porciones de unos 50 o 60 gr y ponemos en el centro una cucharadita de crema de cacao. Esto es opcional. Podemos dejarlo sin rellenar y queda igual de bueno. Cerramos formando unas bolas.
Ponemos las bolas en un molde. Yo lo hago así para que mantenga un poco la forma, pero es opcional. Dejamos reposar un par de horas. Luego, pintamos con huevo batido, con suavidad. Y adornamos con fruta confitada.Horneamos a 180º unos 20 minutos.
Y listo, un roscón distinto, pero rico y resultón.
Esta foto es del corte en la comida familiar, es muy mala, pero así veis el corte. Aunque no se aprecia el relleno, está ahí y os aseguro que le encantó a todos.