En este confinamiento a más de uno nos ha dado por estar más de lo habitual en la cocina y es lo que tiene estar todo el fin de semana en casa sin salir, con el virus y el fenómeno atmosférico famoso llamado Filomena, menuda la que cayo esos dias, en la mayoría de españa. Aunque aqui en la zona donde vivo yo de barcelona tan solo llovió y hizo mucho frío, esos si, pero nos quedamos con ganas de ver un poquitin de nieve, bueno en las montañas de Montserrat, que tengo cerquita, hay si que nevó y al parecer en el túnel del Bruc, dicen que tambien, esa fue la única nieve que cayó por aqui cerquita.
Así que siendo sábado y en casita, pues entre película y película, me levanté y me puse a hacer unos roscos para la merienda, la verdad es que así, la tarde se lleva mejor y vosotros contarme qué dulces habéis hecho este fin de semana.
Estos roscos son como los hacía mi abuela, ella los llamaba roscos de anís, ella hace muchos años que ya no está, pero siempre me recuerdan a ella, de hecho mi tía los sigue haciendo todos los años para semana santa y navidades y siempre están en mi recuerdo, además de que a mi me encantan!!
Así que con esta receta le hago un pequeño homenaje, en el recuerdo.
Vamos con la receta.
Preparación:
Para infusionar el aceite:
100 gramos de aceite de oliva
La piel de medio limón
La piel de media naranja
Para los roscos:
700 gramos de harina (todo uso)
3 Huevos (los míos de mis gallinas felices)
250 gramos de azúcar
La ralladura de medio limón
La ralladura de media naranja
140 mililitros de leche ( la mia semidesnatada)
2 sobres de gaseosas dobles (el tigre)
Una pizca de sal
15 mililitros de anís (yo Marie brizard)
Aceite de oliva para freír
Azúcar
Canela
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es lavar un limón y una naranja, secamos y pelamos la mitad de la piel de cada uno de ellos, el resto lo reservamos que después rallamos el resto de su piel.
Ponemos en una olla o sartén el aceite y la piel de naranja y limón, dejamos que se fría durante unos minutos, hasta que veais que coge algo de color la piel, apagamos el fuego y reservamos y dejamos que se enfríe.
Una vez se haya enfriado el aceite, quitamos las pieles del aceite y las tiramos, reservamos el aceite.
En un bol grande ponemos los huevos y rallamos la media naranja y el medio limón que tenemos reservado y batimos.
Añadimos la leche y mezclamos.
Añade los sobres de gaseosas el Tigre.
Añade el aceite infusionado con la naranja y el limón.
Añade el azúcar y mezclamos.
Echa el anís, mi abuela ponía de la marca el mono, yo suelo tener normalmente, pero no me quedaba y solo tenia Marie Brizard yo lo echo a ojo, no pasa nada si me paso un poquito.
Tamiza la harina y añade a la masa en dos o tres veces.
Cuando cueste remover la mezcla lo mejor es ponerlo sobre el mármol de la cocina y terminar de mezclar bien.
Pon unas gotas de aceite en un bol de cristal y pon la masa dentro, llevalo a la nevera media hora que repose.
Pon en una cazuela el aceite y deja que se caliente bien, no escatimes y añade bastante, luego el que sobre lo puedes colar y utilizarlo en otra ocasión en dulces, el mio era de freír Donuts caseros de azucar.
Coge un bol pequeñito y pon un poco de aceite para mojarte las manos de vez en cuando, asi no se te pegara la masa.
Prepara en un plato un poco de azúcar y canela al gusto y reserva.
Saca la masa de la nevera, mójate un poco los dedos con aceite y coge un poco de la masa, como verás la masa ahora se puede manejar mejor.
Coge un pellizco de masa.
Estira la masa un poco rodandolo con las manos y junta los extremos.
Ha de quedar así.
Ves echando cuatro o cinco roscos en la cazuela.
Cuando veas que se han dorado, dales la vuelta y deja que vuelva a dorarse por esa cara.
Prepara un plato con papel absorbente y ves poniendo hay .
Vuelve a freír otros tantos y mientras rebozarlos en el azúcar con canela.
Ahora ves poniéndolos en una bandeja, mira que bonitos!!
Deja enfriar o al menos intentalo, que levante la mano quien se haya comido uno aún calentito, la primera yo!! diciendo como excusa este es de prueba, jaja.
A que apetecen?
Os recomiendo que los que no vayáis a gastar enseguida hagáis como yo, o los meteis en una lata o en una bolsa y luego dentro de una olla grande, se conservan genial duran unos cuantos días tiernos, os lo aseguro.
El ultimo me lo comí casi una semana más tarde y estaba aún tierno y muy sabroso.
Espero que os animeis a probarlos, mirar que colorcito tan bonito por los huevos de mis gallinas.
Que aproveche!!
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