El salmón es un pescado azul muy sano por su riqueza en omega-3 que contribuye a disminuir el colesterol y los triglicéridos, por eso es muy conveniente incluirlo en nuestra dieta.
Nosotros solemos comerlo a la plancha pero hace unos meses os enseñe la receta de salmón a la marinera que fue todo un éxito.
Hoy vamos a prepararlo de una manera muy similar al salmón que venden ahumado en sobres y a un precio casi prohibitivo si queremos un salmón de calidad.
La receta la vi en "MundoRecetas".
Con esta receta tendréis vuestro propio salmón marinado a un precio muy ajustado.
INGREDIENTES:
Salmón: 1 lomo.
Sal gruesa.
Azúcar.
Sal ahumada.
ELABORACIÓN:
Necesitaremos un lomo de salmón del tamaño que nos apetezca. Yo compré un salmón entero pequeño.
Con unas pinzas de depilar retiramos con mucho cuidado todas las espinas.
En un recipiente con tapa haremos una cama mezclando las sales y el azúcar. La proporción que debemos seguir la siguiente: por cada cucharada de sal, una cucharadita de azúcar. En un bol las mezclamos hasta conseguir la cantidad suficiente para cubrir el fondo del recipiente.
Yo aproveché a echarle sal ahumada que tenía en casa. Así que por cada 4 cucharadas de sal gruesa, añadía una de sal ahumada.
Cuando tengamos el fondo del recipiente totalmente cubierto con la sal y el azúcar colocaremos encima el salmón con la piel hacia abajo.
Ahora cubrimos el pescado con sal y azúcar hasta dejarlo completamente cubierto.
Tapamos el recipiente y lo dejamos en la nevera entre 24 y 36 horas, dependiendo del grosor del lomo.
Retiramos con la mano toda la sal y azúcar que podamos y lavamos el salmón bajo el grifo.
Lo secamos bien con papel de cocina; el aspecto del salmón ahora mismo será similar al pescado desecado y podremos comprobar cómo en el recipiente que hemos utilizado se encuentra abundante agua que ha perdido el salmón durante el proceso.
Con un cuchillo bien afilado, lo fileteamos.
Dependiendo del tamaño del pescado tendremos más o menos cantidad, así que lo que no vayamos a consumir en ese momento podemos dejarlo en la nevera dos días o congelarlo.
Después será suficiente con dejarlo descongelar a temperatura ambiente.