La gracia de algunos platos está a veces en la salsa que lleva.
Una carne o pescado guisado de manera simple, gana mucho si le acompañamos con una buena salsa.
Esta salsa es una prueba real. Una salsa de mostaza que va divina para esas carnes a la plancha o ese pescado que queda algo soso.
Es una salsa que se prepara en media hora, hay que cocinarla previamente pero una vez fría la podemos mantener en la nevera hasta cuatro o cinco días. Aunque ya veréis como dura menos.
INGREDIENTES:
1/2 cebolla
3 o 4 tallos de cebollino
100 ml de vino blanco
100 ml de nata (crema de leche) líquida
100 ml de caldo casero ( yo usé caldo en conserva)
4 cucharadas de salsa de mostaza Antigua
sal al gusto
1 pellizco de colorante alimentario
PREPARACIÓN:
Sofreimos en una sartén con un poco de aceite de oliva la cebolla y el cebollino finamente picado.
Cuando la cebolla esté transparente agregamos el colorante y removemos bien.
Añadimos el vino y dejamos que se reduzca un poco el alcohol antes de agregar el caldo casero, la nata (crema de leche) y la mostaza Antigua. Sazonamos y dejamos cocinando a fuego medio hasta que espese. Removemos de vez en cuando.
Una vez espesa, vertemos en un recipiente y dejamos enfriar antes de usar. Os gustará esta sencilla salsa.