Una salsa te puede mejorar un plato hasta hacerlo extraordinario o bien convertirlo en candidato al cubo de la basura. Repasando el índice de recetas del blog nos hemos dado cuenta de que faltaban salsas. Algunas son tan de uso diario, tan frecuentes, que las obviamos por sabidas y otras las explicamos durante el proceso de elaboración de un plato concreto y, posteriormente, no les dedicamos una entrada. Vamos a intentar enmendar el error. Y empezamos por esta salsa muselina de pimientos del piquillo de una sencillez extraordinaria, pero de un sabor fantástico que puede mejorar muchos platos e incluso hacerlos extraordinarios. Es una salsa ideal para acompañar pescados como unos buenos lomos de bacalao, rape, merluza o rodaballo, por ejemplo. También puede complementar una carne o una simple ensalada.
RECETA
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INGREDIENTES
2 dientes de ajo.
10 pimientos del piquillo.
50 ml de aceite para sofreír los ajos y los pimientos.
60 ml de aceite para emulsionar.
Unas ramitas de perejil.
100 ml de vino blanco.
1 guindilla de Cayena.
50 ml de vermú blanco.
Sal.
½ cucharadita de azúcar.
Pimienta.
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PREPARACIÓN
Poner en una cazuela el aceite de oliva y rehogar los ajos laminados, la guindilla y los pimientos del piquillo.
Cuando empiecen a dorarse los ajos, agregar el vino blanco y dejar a fuego lento hasta que reduzca el vino, agregar el azúcar y retirar del fuego.
Poner unas ramitas de perejil y triturar mientras se le va añadiendo el resto del aceite, poco a poco, montando la mezcla como si se tratase de una mayonesa.
Finalmente incorporar el vermú blanco y rectificar de sal y pimienta.
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CONSEJO
Esta salsa sirve para acompañar pescados y mariscos, platos de verduras, pasta y huevos y como base para múltiples aperitivos.
Receta tomada de Iker Erauzkin: "EL LIBRO DE LAS SALSAS". Barcelona 2011.