Todos conocemos los pimientos del piquillo. Esa variedad de pimientos rojos que tantos usos tiene en la cocina, y en el que predomina, sin lugar a dudas, los pimientos del piquillo rellenos. Pueden ser de carne, de merluza, de gambas, de queso... de cualquier ingrediente que se nos ocurra. Hace ya un tiempo, os propusimos una ensalada que iba acompañada de pimientos del piquillo rellenos de atún. Sin lugar a dudas, este tipo de uso culinario, tanto a Carmen como a mi nos encanta, y ya tenemos pensadas algunas recetas de este estilo que iremos compartiendo con todos vosotros en las próximas semanas.
Sin embargo, y pese a que esta es nuestra forma favorita de hacerlos, existen otros usos que podemos darles a estos pimientos, como puede ser como un ingrediente mas de una ensalada, prepararlos a la plancha... o en una rica salsa como la que hoy os presentamos.
Esta es una forma estupenda de dar uso a esos pimientos que nos sobraron y que tenemos en la lata en la nevera y no sabemos que hacer con ellos. Una rica salsa que podremos usar cuando mejor nos venga, acompañando a platos de todo tipo: a un filete de cerdo o de pollo, a un pescado a la romana, o incluso, como una salsa mas en las famosas tablas de patatas. Como a vosotros mas os guste!
Ya veréis, es una salsa muy sencillita de preparar, y que no os llevará mucho tiempo, por lo que es altamente recomendable para todos aquellos que preferís las salsas caseras y no tenéis mucho tiempo de estar en la cocina. Sin mas rodeos, ya damos paso a la receta en si. Todos a por los delantales y a los fogones!
Ingredientes (8 personas):
1 lata de pimientos del piquillo (370 gr)
2 brick de nata (crema de leche) para cocinar (400 ml)
1 cebolla pequeña
2 dientes de ajo
Sal
Aceite
Preparación:
Picaremos la cebolla y el ajo finamente (tampoco hace falta picarlos demasiado, ya que después lo batiremos todo). Los pimientos, los cortaremos en trozos, dejando el aceite que vienen en la lata, que usaremos mas tarde.
En una sarten, a fuego medio-bajo, pondremos a pochar la cebolla y el ajo. Cuando comience a estar dorada la cebolla, echaremos los pimientos junto con su aceite, subiendo un poco el fuego. Removeremos y dejamos que reduzca a la mitad el caldo.
Cuando lo tengamos reducido, vertemos la nata (crema de leche) y removemos durante unos minutos, dejando que se integren bien todos los ingredientes.
Cuando este todo bien unido (no es necesario que hierva), retiramos del fuego y lo pasamos por la batidora.
Pasamos por un colador para que nos quede una salsa mas fina y probamos para rectificar de sal en caso necesario.
Ya habéis visto lo fácil que resulta la preparación de esta salsa, y cuando la probéis, os vendrán a la mente multitud de platos en los que la podréis usar.
Un saludo a tod@s y buen provecho!