En esta ocasión, yo he sido la encargada de elegir receta, desde aquí os invito a que veáis las propuestas de mis compañeras Rosalía de Rossgatronómica, Bea, de 2 Mandarinas en mi cocina, Sofía, de Mil ideas mil proyectos, MªTeresa, de Cocina sin problemas y Conchi del Puchero de la bruja.
Me he ajustado casi totalmente a la receta original, tan solo he sustituido la carne de cerdo, por una mezcla de ésta y ternera. Tampoco he puesto la rebanada de pan frito del majado porque con las almendras, y el rebozado de la carne, la salsa ya tenía una consistencia espesa.
Ingredientes:
500 g. Sepia limpia
500 g. Carne de ternera y cerdo a partes iguales
1 Lata pequeña d guisantes
2 Cebollas
2 Tomates
2 Ramas de pereji
4 ajos
1 Huevo
Un puñado de almendras
1 Miga de pn
Harina
1 dl. Vino blanco
Agua
Aceite de oliva
Pimienta negra
Sal
Elaboración:
Comenzamos preparando las albóndigas, para ello mezclamos la carne picada, con el huevo, la miga de pan remojada y escurrida, a sal, una pizca de pimienta negra, el ajo y el perejil. Removemos bien y formamos pequeñas albóndigas. Rebozamos en harina y freímos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva. Apartamos en otra cazuela y reservamos.
Cortamos la sepa en trozos regulares y la salteamos en una cazuela con un poco de aceite de oliva, teniendo cuidado de taparla para evitar salpicaduras.
Preparamos un sofrito con la cebolla picada y el tomate rallado hasta conseguir que quede como una mermelada. Añadimos entonces la sepia estofada, las albóndigas y el vino y dejamos evaporar el alcohol. Agregamos un poco de agua y lo dejamos cocer a fuego lento unos 20 minutos.
En los últimos minutos incorporamos los guisantes, y un majado preparado con un par de ajos, unas hojas de perejil y las almendras. Lo desleímos bien con el jugo de cocción y lo echamos a la cazuela. Rectificamos la sal, y apagamos el fuego.