Un nuevo mes y un nuevo reto del grupo ¡Qué rico mamá!. Este mes nuestra anfitriona es Beatriz del blog Tengo un plan B y nos ha propuesto hacer un postre fresquito y bonito para los peques. No lo he pensado mucho ya que quería algo a base de fruta y ahora mismo estamos en plena temporada de la que es la favorita de mis hijos - las cerezas. En casa nos encantan pero claro - al natural y si por mí fuera os hubiera presentado una plata grande llena de deliciosas cerezas pero la receta de hoy no se queda muy lejos de lo que os estoy hablando. Es un riquísimo sorbete que sabe a granizado de cerezas naturales, muy sencillo de realizar y que no va a dejar indiferentes a vuestros pequeños (o al menos a los míos ;) )
Ingredientes:
1kg de cerezas (el peso es de la fruta limpia, sin hueso)
El zumo de un limón
Almíbar hecho de un vaso de agua y un vaso y medio de azúcar
Para empezar limpiamos las cerezas de los huesos. Necesitaremos aproximadamente un kilo de fruta ya limpia. Mientras, ponemos a hervir el agua con el azúcar para hacer el almíbar. Cuando empiece a hervir dejamos un minuto al fuego y retiramos hasta que se enfrié. Trituramos las cerezas con la ayuda de una batidora eléctrica y colamos bien por un colador fino hasta eliminar toda la pulpa sobrante. En la pasta de cerezas añadimos el zumo de un limón y el almíbar ya frío, removemos bien y guardamos en un recipiente que cierra herméticamente. Ponemos en el congelador por una media hora. En las primeras horas iremos sacando la mezcla cada media o una hora e iremos removiendo bien el sorbete que poco a poco ira cogiendo la textura deseada. Con 3-4 veces tendréis bastante. Si disponéis de maquina heladora lo podéis hacer allí, yo lo he hecho sin ella. Servir bien frío ya que se deshace muy rápidamente a temperatura ambiente. El resultado es un sorbete con intenso sabor a cerezas naturales. Espero que os haya gustado.
Si queréis ver las propuestas de mis compañeras podéis encontrarlas AQUÍ!