La salsa carbonara tradicional es sencilla de preparar y con pocos ingredientes. Una receta fabulosa para salir del paso un domingo {por ejemplo} que nos hemos quedado con la nevera medio vacía en casa.
Aunque en España se ha popularizado preparar esta salsa con nata (crema de leche), cebolla e incluso champiñones, ninguno de estos ingredientes se hallan en la receta tradicional y yo diría que únicamente vienen a hacerla más pesada y difícil de digerir. Es por eso que en mi casa nos intentamos ceñir a la receta italiana; de este modo es un plato más ligero y sabrosísimo.
En lo que siempre hago hincapié, ya lo sabéis, es en la calidad de los ingredientes. Cuando hacemos un plato con pocos ingredientes, no se disfrazan unos a otros, con lo que va a destacar enseguida y conseguiremos un plato excelente si usamos ingredientes de primera calidad.
Por eso en esta ocasión me decanté por utilizar unos spaghetti nº5 de Barilla. Barilla, que tiene su origen en una empresa familiar, lleva más de cien años fabricando pasta de la mejor calidad, prestando especial atención a mantener los estándares a los que tiene acostumbrados. Es la pasta número 1 en Italia y, digo yo, que por algo será. Desde luego, a mí me enamora; no se pega, queda perfecta al dente en el tiempo indicado... sin duda, mi pasta favorita.
En concreto los spaghetti me parece un formato de pasta muy versátil, que permite infinitas combinaciones, si bien es cierto que recetas con salsa, como la de hoy son las ideales.
Spaghetti alla carbonara
Ingredientes para 4 personas
350 g de spaghetti Barilla nº5
100 g de bacon.
4 huevos {sólo las yemas}.
50 g de queso parmesano rallado.
1 diente de ajo.
aceite de oliva.
sal y pimienta negra.
Preparación:
1. Ponemos a hervir la pasta siguiendo las instrucciones del envase, en abundante agua con sal. Entre tanto, preparamos la salsa que la acompaña.
2. Para ello, calentamos un chorrito de aceite de oliva en una sartén y doramos el diente de ajo en él. Una vez que está dorado, lo retiramos.
3. Añadimos entonces el bacon, cortado en tiritas, y dejamos que se vaya friendo hasta que esté doradito y crujiente. Entonces, le añadimos un cucharón del caldo de cocer la pasta, y dejamos que reduzca un par de minutos.
4. Separamos las claras de las yemas; las claras las reservaremos para otra preparación. Aunque se pueden utilizar también, la carbonara queda más cremosa y rica utilizando sólo yemas. En un bol grande, ponemos las yemas. Incorporamos el queso rallado {al gusto} a las yemas y salpimentamos. Mezclamos ligeramente.
5. Una vez que escurrimos la pasta, y procurando que no pierda nada de calor, ponemos los spaghetti en el bol donde tenemos las yemas con el queso y mezclamos. Las yemas se irán cuajando con el propio calor de la pasta.
6. Por último, añadimos el bacon que teníamos reservado. Al servir, podemos poner un poco más de queso rallado por encima y pimienta negra recién molida al gusto.