Albóndigas y pasta, es imposible que a alguien no le gusten. Juntos, se llevan perfectamente y son una garantía de éxito en la mesa para comensales de todas las edades.
INGREDIENTES
Tallarines (100 g. por persona)
Albóndigas (preparadas como se indica en la receta de albondigas con tomate, pero sin acabar de cocinar).
Harina
Una cebolla
Un diente de ajo.
Una guindilla
Un bote de tomate (500 g) natural entero pelado.
Aceite de Oliva Virgen extra.
Albahaca.
Orégano.
Azúcar.
Sal y pimienta.ELABORACIÓN
Preparamos la pasta de las albóndigas (mejor el día anterior) y la dejamos macerando en la nevera.
Formamos las albóndigas y reservamos.
Calentamos aceite en una cazuela grande y pochamos la cebolla y el ajo, que previamente hemos picado finos. Cuando empiece a colorear la cebolla, añadimos la guindilla (troceada o no, según lo queramos de picante) y damos unas vueltas a todo.
Pasamos las albóndigas por harina ligeramente y las añadimos al pochado con el fin de que se sellen y luego no se deshagan. Las vamos volteando suavemente, para que se sellen de una manera uniforme y las reservamos en un plato aparte.
Añadimos entonces el contenido del bote de tomate previamente escurrido y vamos partiendo los tomates con una cuchara de madera.
Si viéramos que hay mucho líquido, subimos un poco el fuego y destapamos para que evapore. Probamos y salpimentamos. Quizás haya que añadir azúcar para eliminar la acidez del tomate.
Reincorporamos las albóndigas y dejamos que, a fuego lento, se vaya cocinando todo.
Mientras se va haciendo la salsa, ponemos agua a calentar con abundante sal y, cuando comience a hervir, añadimos los tallarines y los cocemos un poco menos de "al dente" ya que se acabarán de hacer en la salsa.
Cuando esté la pasta cocida a nuestro gusto, la colamos y la incorporamos a la salsa. Espolvoreamos con albahaca y orégano y removemos con cuidado.
Pasamos todo a una fuente y espolvoreamos con queso parmesano rallado antes de servir.