Una tarta caprichosa. Una dulce tentación con más de una sorpresa. Está de pecado, os lo aseguro!!!
250 gr azúcar glas
4 huevo
1 gr sal
110 ml nata (crema de leche) líquida
200 gr harina de repostería
4 gr levadura
70 gr mantequilla
Para la Capa de Yema
150 gr azúcar
4 yema de huevo
50 ml agua
20 gr harina de maíz (maicena)
Para rellenar y decorar
200 gr mermelada de melocotón
200 gr almendras crudas y peladas
50 gr azúcar glas
Yo he utilizado un molde desmontable de 18 cm. He cubierto el fondo con papel de horno y lo he engrasado con mantequilla y enharinado.
Bate en un cuenco la sal, los huevos, el azúcar, y la nata (crema de leche) hasta que la mezcla doble su volumen, (mejor con varillas eléctricas).
Añade la harina y la levadura tamizadas, mezclando con una espátula con movimientos envolventes; hasta obtener una masa homogénea.
Luego, incorpora la mantequilla derretida y tibia.
Cocina al horno, precalentado a 150 °C, durante 40 minutos y 10 minutos a 170 ºC. (ir comprobándolo, porque como sabéis cada horno es un mundo)
Para la capa de yema
Hierve el azúcar con el agua 2 minutos. Retira y deja templar.
Bate las yemas con la maicena y luego incorpora el almíbar tibio poco a poco sin dejar de batir. Una vez esté integrado, lleva a fuego suave hasta que empiece a hervir sin dejar de remover.
Esparce la yema sobre una bandeja y deja enfriar.
Corta el bizcocho por la mitad, rellena con mermelada y cubre con yema.
Corta las almendras con un cuchillo fino por la mitad y ponlas sobre la tarta con la parte estrecha hacia arriba.
Toque final. Precalienta el horno entre 250 y 300 ºC. Espolvorea azúcar glas sobre la tarta y gratina 3 minutos, hasta que las almendras se doren y se tuesten sus puntas.
¡Ahora toca disfrutarla que está de lujo!!!