Esta tarta tuvo mucho éxito y no me extraña porque quedó deliciosa. Los bizcochos de Soletilla, mojados en café, combinan de maravilla con la crema de chocolate negro. Además es muy fácil, ni siquiera hay que pesar los ingredientes, pero mejor, lo vemos...
-un paquete de bizcochos de Soletilla
-1 litro de leche entera
-una tableta de 250 g de chocolate negro 72%
-2 sobres de preparado para cuajada
-un vaso de café
Para decorar:
-pepitas de chocolate negro
-crocanti de almendra
-cacao puro en polvo
Del litro de leche separamos una taza y mezclamos con los sobres de cuajada.
El resto de la leche la ponemos en un cazo a fuego lento con el chocholate troceado y removemos hasta que se deshaga.
Incorporamos la mezcla de leche y cuajada, cocemos dos minutos removiendo y le pasamos la batidora.
Mientras se enfría, ponemos el café en un plato y mojamos la base de los bizcochos. Los vamos colocando en el recipiente que hayamos elegido. Se pueden hacer raciones individuales o en tarta. Yo la hice en táperes para transportarlos fácilmente.
Cubrimos con la crema de chocolate y metemos en la nevera una hora antes de decorar.
Los bizcochos flotan y quedan en la parte de arriba.
Cuando la saquemos de la nevera habrá cuajado un poco y podremos decorarla.
Con un colador espolvoreamos el chocolate negro y añadimos las pepitas de chocolate negro y el crocanti de almendra. Volvemos a meter en la nevera mínimo 12 horas para que coja cuerpo.
Bon profit!