Desde que he llegado de mis vacaciones por Argentina no he parado, y sin descansar apenas, me ha tocado no sólo ordenar la casa, sino también deshacer maletas, ordenar y ordenar. Pero resulta que el pasado martes fue el cumpleaños de mi pequeña Ainhoa, y por supuesto, preparé, no sólo una, sino dos tartas para celebrar. Esta es la que llevé a la guardería para que festejara con sus compis, una riquísima Tarta de cerezas y vainilla.
Sí, la cuestión es que ese día no pensaba llevar a la niña a la guarde porque su padre se iba a quedar con ellas, pero a última hora del lunes me dice que sí tiene que trabajar y que por tanto había que llevar a la niña a la guarde? Oh my God! Claro, eso significaba que había que preparar algo para que en la guarde le cantaran el cumpleaños feliz?
Y sí, pensaréis que podría haber sido cualquier cosa: una tarta comprada en el súper, unas bolsas de gusanitos y patatas con zumos, chuches?, o un simple bizcocho? Total, apenas tienen 2 años la mayoría?
Pero me puse a pensar qué dirían las seños de la guarde si llevo cualquier cosa comprada? Yo, que por nada ya estoy haciendo dulces y pasteles? Qué vergüenza? claro está que no podía aparecer con cualquier cosa? Así es que me puse manos a la obra para preparar esta tarta, muy sencilla de hacer por cierto (ya que preparé otra tarta más para casa, con fondant, de la que ya os contaré).
Receta adaptada de www.sprinkebakes.com
Ingredientes:
Para el Bizcocho de cerezas:
100 g de mantequilla sin sal
250 g de azúcar
270 g de harina
1 cucharada de levadura en polvo (polvo para hornear)
1/4 cucharadita de sal
1/4 taza de leche entera
250 g cerezas en almíbar, finamente picadas (yo utilicé las que vienen envasadas pero puedes hacerlas en casa también, siguiendo esta receta y reemplazando el vino por agua)
120 ml (1/2 taza) del jugo (almíbar) de cerezas
2 cucharadas de harina para espolvorear sobre las cerezas en cubitos
2 gotas de colorante rojo (opcional)
4 claras de huevo Para el almíbar de cerezas:
100 g de azúcar
150 g de agua
100 g de cerezas
Para la crema de vainilla:
100 g de claras de huevo
200 g de azúcar
300 g de mantequilla sin sal
Preparación
- Del bizcocho de cerezas:
Precalentar el horno a 180º C.
Preparar dos moldes de 18 cm de diámetro aproximadamente, untándolos con mantequilla y espolvoreados luego con harina, o bien esparciendo spray desmoldante.
Batir la mantequilla y el azúcar en el vaso de una batidora hasta que quede cremosa. En un recipiente aparte, mezcle la harina, la sal y el polvo para hornear. Combinar la leche, el jugo de cereza y agregar alternativamente a la mantequilla y el azúcar con la mezcla de harina.
En un tazón pequeño, espolvorear las 2 cucharadas de harina sobre las cerezas en cubitos y mezclar hasta que la harina ha sido completamente absorbida.
Introducir las cerezas en la masa y si se desea, agregar colorante de alimentos para potenciar el color rosa.
Batir las claras de huevo a punto de nieve e incorporarlas luego a la masa, removiendo ahora con una espátula con movimientos suaves y envolventes.
Verter la mezcla en los moldes y hornear durante 50-60 minutos. Pasado ese tiempo, y habiendo comprobado con un palillo que el interior del bizcocho está hecho (en cuyo caso el palillo saldrá limpio), retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
- Del almíbar de cerezas
En un cazo u olla pequeña mezclar el azúcar, el agua y las cerezas, y llevarlas a fuego durante 10 minutos a partir de la ebullición. Pasado ese tiempo, retirar las cerezas y agregar 100 ml más de agua y hervir durante 3 minutos más. Retirar y dejar enfriar.
- De la crema de vainilla
Con los ingredientes indicados preparé una Swiss Meringue Buttercream de acuerdo a la receta que os comparto en este post. Para darle sabor, le agregué dos cucharaditas de extracto de vainilla al final del batido junto con unas gotas de colorante en gel turquesa. Para obtener el color deseado, os sugiero ir probando con el color poco a poco, hasta obtener el tono deseado.
MIS SECRETOS Y CONSEJOS:
Para que los bizcochos salgan planos y no tengan la "barriguita" arriba, envuelvo un trozo de tela húmedo alrededor del molde, a modo de "cinturón". Desde que aprendí este truco lo aplico con todos los bizcochos, y así salen perfectos y sin nada de desperdicio!
Montaje:
Una vez frío los bizcochos, los dividimos en dos capas cada uno. Mojamos con el almíbar de cerezas las capas de bizcocho mientras las rellenamos con la crema de vainilla.
Finalmente con una espátula plana cubrimos toda la tarta, alisamos y unos sprinkles de colores, más decoración de manga con boquilla 1M de Wilton para los bordes, y tenemos una fácil y bonita tarta.
Los banderines los hice con cartulina recortada en forma de triángulos, forrados con washi tape que a su vez colgué en un cordón de papel de color rosa y blanco, y até cada extremo a dos pajitas de papel.
El corte lo hice en la guardería, por eso el fondo no es el mismo, pero no quería dejar de mostraros cómo se ve por dentro. El contraste de colores queda muy lindo y los trocitos y el sabor de las cerezas es espectacular.
Es una tarta súper fácil, diferente y deliciosa. Os recomiendo probarla.
Ya sabéis que si tenéis alguna duda o consulta, o si simplemente queréis dejarme un comentario, a continuación tenéis el espacio para hacerlo. Me encantaría saber qué os ha parecido mi propuesta de hoy.
Cariños,