Los sábados acostumbramos a comer en casa de mi madre. Nos juntamos mis hermanos y sobrinos, doce en total. Del postre me encargo siempre yo, es tradición y casi siempre preparo algo que pueda gustar a los niños. Pero hoy me apetecía cambiar y llevar una tarta distinta y había visto esta receta en postreadicción hace unos días y fue la elegida.
La tarta es exquisita, si os gusta este postre de cuchara.Pero me ha decepcionado la consistencia. Me la esperaba más firme y queda cremosa, por lo que cortarla ha sido algo complicado. Se resolvería añadiendo más gelatina, que no da sabor pero le daría más firmeza. De todas maneras, así tal cual, queda bien.
INGREDIENTES:
200 gr galletas.
80 gr mantequilla a temperatura ambiente.
6 hojas de gelatina.
1 litro de leche
8 yemas de huevo
45 gr maicena o harina de maíz.
200 gr azúcar.
1 cucharadita de azúcar vainillado.
Azúcar morena (la cantidad necesaria para quemar la superficie)
PREPARACIÓN:
CON THERMOMIX:
Poner la gelatina en un vaso con agua.
Triturar las galletas 10 segundos a velocidad 5. Añadir la mantequilla y mezclar unos segundos más. Poner la mezcla en un molde desmontable de 23 cm.
Calentar un vaso de la leche que vamos a emplear durante un minuto en el micro y añadir las hojas de gelatina bien escurridas. Remover hasta que la gelatina esté bien disuelta y reservar.
Poner en la Thermomix la mariposa y verter la restante leche, el azúcar, el azúcar vainillado, las yemas y la maicena. Programar 10 minutos a temperatura 90 º y velocidad 2. Después programar otros 2 minutos a velocidad 2 sin temperatura e ir vertiendo dentro la leche con la gelatina .
Poner la crema sobre la base de galleta, dejar enfriar, cubrir con papel de film y meter en la nevera hasta el día siguiente.
Cubrir con azúcar morena y quemar con un soplete o una pala de quemar azúcar.
SIN THERMOMIX:
Trituramos las galletas con una picadora o batidora y mezclamos con la mantequilla. Forramos con esta pasta el fondo de un molde desmoldable. Dejamos enfriar en la nevera.
Hidratamos las hojas de gelatina en un vaso con agua. Cuando estén bien hidratadas, las escurrimos y las desleímos en un vaso de leche que habremos calentado un minuto en el microondas.
Se ponen todos los ingredientes en un cazo de fondo grueso controlando la temperatura y removiendo.
Cuando la mezcla comience a espesar añadimos el vaso con la gelatina disuelta y seguimos removiendo hasta que se integren bien todos los ingredientes. Debe quedar una crema espesa. Dejamos enfriar y metemos en la nevera hasta el día siguiente para que cuaje bien.
Una vez fría y antes de servir, espolvoreamos azúcar moreno y quemamos con un soplete de cocina o, como en mi caso, con una pala de quemar azúcar.
Si no tenéis soplete podéis hacerlo de la siguiente manera, poniendo el horno encendido sólo por arriba a temperatura máxima y metiendo la tarta con el azúcar lo más arriba posible del horno hasta que empiece a tostarse el azúcar (sacar rápidamente en cuanto empiece a tostarse porque se quema muy rápido).
Vamos a triturar las galletas.
Y las mezclamos con la mantequilla.
Extendemos la mezcla sobre un molde desmoldable de 23 cm. Si lo hacéis en un molde más pequeño os quedará una tarta más alta. Dejamos en la nevera.
Preparamos el relleno, todos los ingredientes al vaso de la thermomix, a excepción de un vaso de la leche usada y la gelatina.
En el vaso de leche reservado, que habremos calentado en el micro, diluimos la gelatina. Yo usé seis hojas y le faltó consistencia, si ponemos una hoja más mejor.
Una vez hecha la mezcla la vertemos sobre el molde y dejamos enfriar. Es mejor tenerla en la nevera al menos una noche,
Al día siguiente y antes de servir, espolvoreamos con azúcar morena.
Y quemamos el azúcar. Yo lo hice con una pala de quemar, se puede hacer con un soplete de cocina o en el grill del horno, pero con cuidado .
Y aquí está, con la superficie quemadita, y riquísima.
El corte no tiene la consistencia deseada, se mantiene bien, pero le hubiera venido mejor algo más de gelatina.
Si te gustó esta receta, compártela en facebook.