INGREDIENTES:
Un litro de leche
Seis yemas de huevo
200 g de azúcar
40 g de almidón de maíz o maizena
La piel de un limón
Canela en rama
En la foto aparecen la mitad de los ingredientes
ELABORACIÓN:
En un cazo ponemos 3/4 partes de la leche, la ramita de canela, la piel del limón y lo calentamos hasta que arranque el hervor, en ese momento apagamos el fuego y reservamos para que se vaya infusionando.
Mientras en un recipiente y con la ayuda de una varilla manual mezclamos las yemas de huevo con el cuarto de litro de leche que hemos reservado.
A continuación añadimos el azúcar y el almidón (o harina de maíz Maizena) y seguimos mezclando con la varilla hasta que quede todo bien integrado.
Retiramos la canela y la cáscara de limón del cazo y lo llevamos de nuevo al fuego añadiendo la mezcla que contiene las yemas y el azúcar con la ayuda de un colador para evitar cualquier grumito o cáscara de huevo que haya podido quedar.
Sin dejar de remover con la varilla y a fuego medio/bajo esperamos que arranque el hervor nuevamente y lo dejamos hervir durante un minuto aproximadamente. Veremos que se va espesando.
Retiramos del fuego y lo repartimos en platitos o cazuelitas de barro.
Las tapamos con film para que no se nos haga una capa, dejamos enfriar a temperatura ambiente y finalmente guardamos los platitos en la nevera.
Unos minutos antes de servir echaremos un par de cucharadas de azúcar en la superficie de cada platito y con la ayuda de un soplete de cocina o una pala de quemar azúcar, lo quemaremos hasta que alcance un color doradito. Cuidado con el azúcar porque si nos pasamos y lo quemamos demasiado se vuelve amargo.
Se suele servir acompañada de alguna galleta o carquinyolis, receta que ya publiqué y de la que os escribo el enlace: Carquiñolis.
Algunos trucos y consejos:
Lo tradicional es servirlas en platitos de barro, pero no pasa nada si se sirven en otro tipo de recipiente, están igual de buenas.
Si no disponemos de soplete de cocina, ni de pala de quemar podemos optar por hacer azúcar caramelo en un cazo y se lo echamos por encima cuando las natillas estén frías. La capa de azúcar-caramelo se endurece formando una costra. El hacerlo con pala requiere un poco de práctica.
Se le puede poner colorante alimentario amarillo en polvo, de ese que se pone al arroz, pero yo prefiero no ponérselo para que sea más sano.
Los platitos de barro son delicados, pueden romperse con los cambios bruscos de temperatura. Antes de ser usados por primera vez hay que dejarlos en remojo al menos durante 3 horas.
PASO A PASO:
13- Quemamos el azúcar.
Participo en un concurso:
Si queréis votar mis dos recetas ahí van los enlaces, sólo hay que darle a los gorritos de cocinero para votar. Gracias.
http://owl.li/sJ4YH
http://owl.li/sJ5gR