¡Hola a tod@s! Hoy os traigo una receta de las de antes, de esas que no necesitaban de báscula ni medidores porque se hacían con la medida de un simple vaso, y que sabían tan ricas que no podías dejar de comer un trozo tras otro. Os hablo de la tarta de manzana.
Esta tarta es facilísima, deliciosa y muy satisfactoria, porque si la probáis os aseguro que os teletransportaréis a vuestra infancia, y recordaréis el sabor de esas tartas que os hacían vuestras madres y/o abuelas. Así que os animo a seguir leyendo y a preparar esta fantástica receta.
Ingredientes:
4 manzanas golden
1 vaso de leche entera
1 vaso de azúcar
1 vaso de harina
1 sobre de flan Royal
1/2 cucharadita de levadura química en polvo (2,5 gramos)
Mermelada de albaricoque/melocotón para decorar.Preparación:
Lo primero que haremos será pelar y trocear 3 de las 4 manzanas. Da igual la forma en la que las troceéis, porque las trituraremos después.
Lo siguiente será calentar unos 30 segundos la leche en el microondas y añadimos el sobre de flan Royal. Disolvemos bien hasta que no queden grumos.
En el vaso de la batidora o robot de cocina (tipo Thermomix) agregamos las manzanas, la leche con el flan disuelto y el azúcar. Trituramos 1 minuto hasta que esté perfectamente triturado y sin un grumo.
Lo siguiente que haremos será tamizar la harina junto con la levadura y la añadimos al vaso. Volvemos a triturar 30 segundos. Si es necesario ayudamos con una espátula de silicona.
Ahora vertemos la mezcla en un molde de cristal o acero inoxidable bajo y de unos 30 cm de diámetro. Pelamos la última de las manzanas y la cortamos en rodajas finas. Vamos colocándolas encima de nuestra masa de forma que rodeen el molde entero, sin que queden espacios vacíos.
Finalmente, horneamos entre 45-60 minutos a 190º. Una vez tibia pintamos con ayuda de un pincel de cocina con la mermelada del sabor elegido. ¡Y lista!
¡No me digáis que no os están dando ganas de poneros manos a la masa con esta receta tan sencilla! Os animo sin duda a probarla, porque os sorprenderá y os recordará a esas meriendas tan especiales cuando eráis niños. Me despido hasta la próxima entrada, ¡un besazo a tod@s!
Andrea