Tenía muchas ganas de hacer una tarta de piña porque es una fruta muy refrescante y parece que en verano apetece mucho y esta es la segunda intentona que he hecho, la primera fue con una receta diferente a esta y salió un auténtico desastre. La receta original de esta tarta la leí en el blog Cocinando con Kisa y básicamente he hecho una receta igual, modificando sólo un pequeño detalle, lo se, no me puedo estar quieta.
El aspecto de mi tarta cambia un poco con el de ella, esto es porque usé un molde redondo y si bien las rodajas de piña estaban bien colocadas al verter el líquido subieron por su parte exterior (vaale, lo confieso, las tenía muy aprisionadas) pero ese pequeño detalle hizo que me gustara mucho el resultado final, la veo muy bonita, será amor de cocinera XD.
Os animo a todos a que hagáis esta tarta ya que es facilísima de preparar y cuaja en frío y está realmente buena, lo tiene todo.
Ingredientes
500 ml de nata (crema de leche) líquida
1 sobre de gelatina de piña o limón (yo usé limón)
30 gramos de azúcar
1 lata grande de piña en su jugo
Caramelo líquido
Bizcochos de soletilla
Meterse en faena
Comenzamos haciendo el caramelo, para ello ponemos unas cucharadas (4 ó 5) de azúcar en un cazo junto a un poco de agua y llevamos al fuego, sin mover hasta que se forme el caramelo y adquiera un bonito color, cuidado que quema muy rápido. Una vez hecho lo vertemos en el molde donde vayamos a hacer la tarta y distribuimos por todo el fondo. También podéis comprar el caramelo hecho y os saltáis este paso.
Sobre el caramelo distribuimos las rodajas de piña y reservamos el molde.
Ponemos en un cazo la nata (crema de leche), los 30 gramos de azúcar y el jugo de la piña, cuando rompa a hervir añadimos el sobre de la gelatina y cocinamos siguiendo las instrucciones del fabricante. Como a veces los lectores latinoamericanos no emplean las mismas palabras que usamos en España os dejo foto de lo que aquí conocemos como gelatina.
Una vez hecha la gelatina con la nata (crema de leche) dejamos atemperar un poco y vertemos con cuidado sobre las rodajas de piña, sobre ellas colocamos los bizcochos de soletilla cuidando que recubran perfectamente toda la superficie de nuestra tarta.
Mis bizochitos estaban un poco duros porque tenía el paquete abierto hacía un tiempito, así que los bañé en un almíbar ligero, pero si está recién abierto el paquete no es necesario hacerlo. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y después llevamos a la nevera mínimo 6 horas, aunque yo la hice de un día para otro.
Estaba buenísima, no quedó ni las migas y es facilisima de hacer, os invito a que deis un me gusta en mi página de Facebook, que me haría mucha ilusión veros por allí.