Los moldes pueden ser de lo que se tenga en casa: da igual si son de plástico, tazas, o cuencos, pero les debe caber una rodaja de piña en el fondo.
Salen 4, aunque dependerá de la capacidad de los moldes.
Ingredientes:
1 lata grande de piña en su jugo
5 hojas de gelatina neutra
Caramelo líquido.
Poner a remojar las hojas de gelatina en agua.
Abrir la lata de piña en su jugo y colarle el caldo.
Calentar ligeramente parte del jugo de la piña y echar las hojas bien escurridas.
Remover a fuego suave hasta que se disuelvan.
Apartar, añadir el resto del jugo y mezclar.
Poner en el fondo de cada molde caramelo líquido.
Después un poco de esta gelatina sobre éste y meter en el frigorífico.
La gelatina debe guardarse tapada y procurar que no cuaje. Si lo hiciera, poner un minuto o menos al fuego y remover.
Cuando esté compacta, poner una rodaja de piña y echar gelatina tapándola. Meter en el frigorífico hasta que cuaje.
Agregar el resto de la piña muy picadita, revuelta con la gelatina sobrante
Enfriar al menos 4 horas, o de un día para otro, tapados con film para que no cojan sabores del frigorífico.
Antes de servir se desmoldan y ya están listos.
Lo he adornado con unas guindas en almíbar