Con la llegada del buen tiempo apetece poco poner el horno en marcha, así que se abre la veda de los pasteles sin horno, los helados, los semifríos y demás postres que no exigen largo tiempo de cocción en el horno.
Este pastel además se hace en un momento, eso sí está mucho más rico al día siguiente, pero vamos que si lo hacéis por la mañana o al mediodía, por la tarde noche estará perfecto para degustar, así que viene perfecto para esas cenas de amigos que se organizan de un día para otro.
Como se puede ver en las fotos el mío no lleva ningún tipo de decoración, pero desde luego quedará mejor si lo decoramos con trocitos de piña o con una gelatina de piña, lo cierto es que con decoración o sin ella está delicioso y es muy fácil de preparar.
Necesitamos:
1 sobre de gelatina de piña (Royal o similar)
1 bote de piña en su jugo (peso aprox. 560 gramos)
2 bricks de nata (crema de leche) para montar (400 ml)
3 cucharadas de azúcar glas
250 ml de agua
Galletas hojaldradas o bizcochos de soletilla para hacer la base.
Molde tipo aro o de bizcocho desmontable. (aprox. 20 cm)
Untamos el molde con un poco de aceite neutro, tipo girasol.
Escurrimos la piña y la trituramos, reservamos. Ponemos la mitad del jugo en un plato hondo y vamos mojando las galletas en el zumo, las colocamos en la base, formamos al menos dos capas, si lo hacemos con bizcochos con una capa es suficiente, lo ponemos un rato en el congelador mientras vamos preparando el resto.
Disolvemos el sobre de gelatina en el resto del jugo de la piña, ponemos a calentar el agua, una vez que esté caliente añadimos la gelatina, calentamos hasta que veamos que el azúcar se ha disuelto, ponemos el cazo a enfriar un poco sumergiéndolo en agua fría.
Montamos la nata (crema de leche) con el azúcar glas, mezclamos la gelatina con la piña triturada, luego añadimos la mezcla de gelatina y piña a la nata (crema de leche) y con una lengua de cocina lo vamos mezclando todo con movimientos envolventes para que no se baje la nata (crema de leche), una vez que lo tengamos todo bien integrado volcamos sobre la base de galletas o de bizcocho, alisamos la superficie y volvemos a poner en el congelador unos 10 minutos, luego pasamos al frigorífico y dejamos enfriar al menos unas 4-5 horas.