Probando nuevas formas de hacer una tarta de manzana, esta además de ser visualmente diferente lo también de sabor y textura. Si tengo ocasión de hacerla de nuevo, le haré en un molde redondo y con alguna manzana más.
Lo cierto es que estaba muy buena, duró poquito y eso es síntoma de lo buena que estaba. Es sencilla de hacer y queda bastante vistosa.
INGREDIENTES:
4 manzanas (o mejor 6)
La ralladura de un limón
el zumo de un limón
150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 sobre de azúcar vainillado
3 huevos M
150 gr de azúcar
1 cucharadita de canela
200 gr de harina
100 gr de almendra molida
2 cucharaditas de levadura tipo royal
3 cucharadas de azúcar para poner sobre las manzanas
Mermelada de melocotón o albaricoque para pintar la tarta.
Precalentar el horno a 190º con calor por arriba y por abajo
Pelar las manzanas y partirlas en dos, quitar el corazón, cortar en láminas sin llegar hasta el final para que queden enteras, rociar con el zumo de limón y reservar.
Batir la mantequilla hasta que esté blanda, añadir el azúcar, el azúcar vainillado, la ralladura de limón, la canela. Batir hasta que esté todo integrado, ir añadiendo los huevos de uno en uno.
En un cuenco mezclamos la harina con la levadura y las almendras molidas, lo agregamos a la mezcla de huevos y mezclamos hasta obtener una masa suave.
Ponemos papel en el fondo de un molde, los laterales los engrasamos, vertemos la masa y colocamos las manzanas arriba. Ponemos un poco de azúcar sobre cada trozo de manzana. Horneamos durante unos 30 minutos hasta que esté bien dorada.
Dejamos enfriar y pintamos con un poco de mermelada de melocotón que habremos pasado por un colador para que no tenga trozos.