¿Haces tartas de queso al baño María? Esta forma de hornear las tartas de queso hace que la textura quede mucho más sedosa y cremosa. Solo tienes que aislar muy bien el molde con papel de aluminio para protegerlo del agua, el resto lo hace el horno. El tiempo de cocción es algo largo en este postre, pero las ventajas de hornear las tartas de queso así son varias, por ejemplo no se agrieta el postre, su textura es impresionante y al no tostarse demasiado la superficie, puedes hacer una bonita decoración con remolinos en la salsa de frambuesa. Estos dan un toque muy original a esta tarta y puedes ver cómo se hacen en mi canal de YouTube.
Cuando las frambuesas no están en temporada pero te apetece hornear esta tarta de queso, puedes elaborarla con frambuesas congeladas.
“Una tarta de queso psicodélicamente deliciosa”
Tips de fotos:
¿Cómo hacer fotografía culinaria minimalista?
¿Cuál es el secreto de las fotografías que llevan pocos objetos pero atrapan las miradas? Yo para conseguir emocionarte en estas fotos suelo usar dos técnicas. La primera se basa en la colocación. Hay que poner los postres en los puntos de interés. Para saber eso es importante conocer varias reglas de la composición. Pero no solo te concentres en las reglas en sí, intenta usar también la fórmula más adecuada en función de lo que estés fotografiando.
La segunda técnica es utilizar el postre en sí mismo para llamar la atención hacia él. Es importante que el postre sea muy bonito o tenga una característica muy especial que haga falta remarcar, por ejemplo este postre de Tarta de queso con remolinos de frambuesa. Estos remolinos son tan bonitos que no se necesitan poner más cosas en las fotografías, pero si pones algo, pon objetos que siempre queden en segundo lugar. En estos postres tan visuales yo siempre pienso: menos es más.
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Tarta de queso con frambuesa
Una tarta de queso muy bonita
Plato Tarta
Cocina todo el año
Keyword Cheesecake, frambuesa, galletas, mascarpone
Tiempo de cocción 1 hora 30 minutos
Raciones 12
Cost barato
Ingredientes
Para la base:
300 g de Galleta tipo Digestive
110 g de Mantequilla
Para el relleno:
500 g de Mascarpone
125 g de Yogur griego
La piel rallada de un limón mediano
Las Semillas de ¼ de vainilla
40 ml de Zumo de limón
3 Huevos
30 g de Harina
110 g de Azúcar
Para el remolino de frambuesa:
250 g de Frambuesa
25 g de Azúcar
1 cucharada de café de Maicena
Para el baño María:
Papel de aluminio
Elaboración paso a paso
Tritura las galletas y derrite la mantequilla. Mezcla estos dos ingredientes en un bol. Engrasa un molde con un poco de mantequilla. Pon dentro la mezcla anterior. Con la ayuda de tu puño, o de un vaso con fondo liso, presiona bien las galletas molidas formando una base y una pequeña pared, firme y compacta, de unos 1,5- 2 cm de alto. Usa un molde desmontable de 23 cm de diámetro. Después pon el molde en el frigorífico durante 1 hora.Tritura las frambuesas y pásalas por un colador de agujero fino para eliminar las semillas. Ahora añade el azúcar. Pon a cocinar esta mezcla en una cazuela. Desde que empiece a hervir, cocina 2 minutos a fuego fuerte. En otro recipiente mezcla la maicena con una cucharada sopera de agua. Añade esta mezcla a la frambuesa. Hierve la fruta 20 segundos y después quítala del fuego. Deja enfriar.
Envuelve muy bien el molde con papel de aluminio. Esto sirve para aislar totalmente el fondo del molde para que el agua no entre dentro. Yo hice unas 6-7 capas con el papel de aluminio para estar segura de que el fondo estuviera lo bastante protegido del agua.
Precalienta el horno.
Bate el mascarpone con el azúcar y el yogur griego. Cuando esté cremoso añade los huevos uno por uno. Incorpora las semillas de la vainilla, la ralladura de limón, el zumo de limón y la harina. Sigue batiendo 1 minuto más hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados (pero tampoco los batas demasiado).
Ahora vierte la masa en el molde y alísala.
Pon la salsa de frambuesa encima de la crema blanca y repártela con una cuchara formando montículos para que no se unan. Ahora con un palo de bambú empieza a dibujar, uniendo las gotas de la salsa de frambuesa. Puedes hacer varias vueltas. Yo he guardado una cuchara de la crema de mascarpone para poner en las zonas donde hay demasiada salsa de frambuesa. Con el palo de bambú puedes volver a hacer nuevos dibujos para que tengas una superficie más bonita. En mi canal de YouTube puedes ver un pequeño video de cómo lo hice yo.
Pon el molde en una bandeja de horno y vierte en la bandeja agua hirviendo. El agua tiene que cubrir el molde con dos dedos de altura.
Hornea el postre durante unos 90 minutos. NO debes abrir la puerta durante los primeros 60 minutos. Horno: 150ºC. Si se agrieta mucho significa que la temperatura es demasiado alta. Si la superficie coge un color marrón no pasa nada, pero no debe tostarse demasiado.
Una vez horneada la tarta de queso apaga el horno, pero deja dentro la tarta con la puerta algo abierta (puedes usar un palo de madera para sujetar la puerta)durante 45 minutos. Después, deja enfriar totalmente la tarta fuera del horno. Una vez fría pon la tarta de queso en el frigorífico durante 8 horas.
Notas
Para la salsa de frambuesa puedes emplear también frambuesas congeladas.Suscríbete a mi Newsletter
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¡Hola, soy Emese! Te doy la bienvenida a este recetario visual que intenta seguir el ritmo de las estaciones. Además de mis postres y algunas recetas con un toque vintage y acogedor, también podrás encontrar mis experiencias fotográficas. Saborea las frutas que nos ofrece la Naturaleza. ¿Empezamos?