La receta que hoy voy a compartir lleva conmigo mucho tiempo, en casa les encanta y me la suelen pedir para ocasiones especiales, porque está buenísima. Al querer publicar esta receta me pregunté, ¿cuál será el origen de esta tarta?, porque claro, la cheesecake no nació en mi cocina. De modo que encontré una historia que quiero contaros.
La tarta de queso se cree que se originó en la antigua Grecia, este pastel se incluyó en el menú de los primeros juegos olímpicos debido a su alto contenido proteico, cosa necesaria para los atletas. Luego los romanos difundieron la receta por toda Europa y más tarde los emigrantes la trasladarían a América y al resto del mundo.
Ingredientes:
250 g. queso quark
4 huevos
300 g. leche condensada
160 g. o 11 galletas digestive o maría según el gusto
60 g. mantequilla
mermelada para decorar
Elaboración:
Precalentar el horno a 180º C.
Poner las galletas en la picadora y molerlas, si no tenemos picadora las podemos poner dentro de una bolsa plástica y molerlas pasando sobre ellas el rodillo.
Mezclamos las galletas con la mantequilla que deberá estar a temperatura ambiente, yo aproveché y lo hice en la picadora, pero se puede hacer mezclando con un tenedor.
La mezcla no debe quedar muy seca pero tampoco demasiado grasa, cuando comenzamos a colocarla en el molde iremos apretándola para que se pegue al fondo del molde y las galletas se quedaran más compactas.
Si utilizamos un molde redondo, recomiendo cubrirlo con papel de horno, de esa forma para desmoldar será más fácil. En esta ocasión preparé la tarta en dos moldes diferentes, una en el redondo tradicional y otras en varios moldes individuales y con formas quedó muy bonito y original.
Una vez tengamos los moldes preparados, comenzamos a preparar la tarta:
Batimos los huevos con un batidor manual de varillas.
Agregamos el queso y la leche condensada, mezclamos con sutileza pero notaremos que la masa se vuelve más cremosa debido al queso.
Volcamos esta mezcla sobre los moldes con mucho cuidado, para evitar que las galletas suban a la superficie.
Introducimos el molde en el horno y bajamos la temperatura a 160ºC, horneamos unos 20 minutos, hasta que al pincharla con un palillo este salga limpio.
Sacamos la tarta del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla, cuando esté fría la colocamos en una bandeja y la decoramos con la mermelada que más nos guste.
A mí me encanta de postre o en la hora de la merienda con una bebida caliente, es una tarta apetecible en cualquier estación del año.
¡No dejes de probarla!