Las tartas de queso son ideales para eso y acompañadas de una capa de mermelada de frambuesa, otro de los regalos del verano, con ese toque ácido, se convierten en un imprescindible para los cumpleañeros de esta temporada. Que ellos también tienen derecho a soplar velitas sobre una tarta, hombre ya.
Esta tarta de queso mascarpone que os traigo hoy la hice, precisamente, para una de las celebraciones de los cumples de los cachorritos. De hecho, la hice dos veces porque la primera vez había reservado un pedacito para las fotos que terminó estampado en el suelo, para mi desgracia. O mi alegría porque tener que repetirla nos permitió disfrutarla una vez más.
Cómo preparar la tarta de queso mascarpone
150 g. de galletas tipo digestive -o las que más te gusten. Queda ideal con galletas de frambuesa aptas para celiacos, así ellos también podrán comer esta tarta y se complementa a la perfección con la mermelada de frambuesa de la superficie.
75 g. de mantequilla
75 g. de azúcar
300 g. de queso mascarpone
500 ml. de nata (crema de leche) líquida
2 sobres de cuajada
Mermelada de frambuesa para la superficie.
Para mi gusto, es la que mejor combina, por su acidez, con esta tarta de queso, pero puedes usar cualquier mermelada que te guste: de fresas, de arándanos o, incluso, de ciruela o melocotón.Necesitarás, además:
1 molde desmoldable de unos 24 cm. de diametro
acetato para las paredes del molde. Imprescindible no es, pero ayuda un montón a la hora de conseguir un desmoldado bonito y limpio.******
En thermomix:
Hacemos la base de la tarta: trituramos las galletas con 1 golpe de turbo, bajamos lo que se haya quedado en las paredes, incorporamos la mantequilla y programamos 3 minutos, 80ºC, vel 3.
Forramos la base del molde con papel de horno y los laterales con acetato. Ponemos la mezcla de galletas y mantequillas presionando con los dedos para que quede bien compacta y distribuida por toda la superficie y reservamos en frío mientras preparamos el resto de la tarta.
Limpiamos la jarra.
Calentamos la nata (crema de leche): 2 minutos, 100ºC, velocidad 1.
Incorporamos el resto de los ingredientes (queso mascarpone, azúcar y cuajada) y programamos 6 minutos, 90ºC, velocidad 2.
Vertemos la crema sobre la base de galletas y dejamos templar antes de meter la tarta en el frigorífico, donde deberá reposar al menos 4 horas para que cuaje y quede bien fresquita.
Si es posible, mucho mejor hacerlo de un día para otro.
A la hora de servir, desmoldamos (veréis qué bien y qué fácil es con la lámina de acetato) y echamos por encima mermelada de frambuesas.
¡¡Deliciosa!!
Sin thermomix:
Trituramos las galletas metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo.
Si tienes picadora eléctrica, utilízala: mucho más fácil.
Mezclamos con la mantequilla derretida y forramos un molde según lo explicado en el punto 1 anterior.
En un cazo, calentamos la nata (crema de leche). Cuando esté a punto de llegar a ebullición, añadimos el resto de los ingredientes y dejamos que cuezan un par de minutos, pero sin que borboteen.
Dejamos templar un poco y continuamos con los pasos tal y como se explica en el punto 5 anterior.
¡Facilísima y súper rica!
Esta tarta, al llevar queso masarpone, es muy suave, tanto el sabor, como la textura. Si te apetece una tarta de queso con sabor más intenso, te recomiendo esta tarta de queso con extra de queso.
Y si lo que necesitas son ideas para celebrar un cumple en verano, aquí tienes otras tartas que se pueden hacer también sin horno, que son fresquitas y muy muy ricas:
Tarta de café y crocanti.
Tarta helada de nata (crema de leche)
Tarta-pudin de magdalenas.