La palabra canela proviene de una adaptación francesa a la voz latina “canna” (caña), precisamente por la forma de canuto que toma la corteza seca del árbol de la canela, llamado canelo.
El origen de este apreciado condimento que se consigue al pelar la corteza del árbol, como si de un preciado tesoro se tratara, sale del interior aguardando a que la descubran, está en Oriente, proviene de Sri Lanka.
La canela es una especia excepcional muy valorada en la cocina por su aroma y su sabor ¿Quien no espolvorea el arroz con leche, unos pasteles, una fruta azucarada y cubiertas con éste delicioso condimento? ¿Quién no degusta un té con leche con una rama de canela? Aunque para mi es indispensable igualmente, ya que confiere un toque distinto y original, en carnes y guisos, una rama de canela es indispensable en esos callos con garbanzos tan malagueños, o en algunas de las recetas mis albóndigas de carne tan orientales.
Abrir un tarro de canela molida o en rama y sentir su intenso olor, dulce, aromático y picante a la vez es toda una delicia, aunque habría que hablar de sus increibles y magnificas propiedades medicinales y terapéuticas, ya que está considerada como uno de los alimentos más sanos y usados desde hace miles de años.
Esta elegante especia, tanto en rama como molida alegran nuestros platos, sobre todo los postres, dándoles un sabor especial, un toque de serenidad y elegancia e inundan los sentidos de quienes la consumimos.
La palabra “canela” la solemos usar como expresión de mucha calidad o que nos gusta mucho algo, es habitual en nuestro lenguaje decir “es canela fina” o “canelita en rama” cuando nos referimos a algo o alguien exquisito.
Así que ahora comprendo porqué Merchi, le puso el nombre a su blog de cocina: Con sabor a canela.blogspot.com , porque todo su contenido es “canelita en rama” y Merchi como cocinera, bloguera gastronómica y fotógrafo es “canelita fina”.
Yo sigo su buen hacer en los fogones y preparo muchos de sus platos, entre ellos ( hay algunos más que tengo pendientes de subir a “Mi cocina”) éste pastel de manzana, con muchisima canela, con el que he de reconocer que tuve problemas para desmoldarlo (mi impaciencia).
Merchi preparó y editó en su blog un Clafoutis de higos frescos que me cautivó, le comenté que ya que no es tiempo de ésta fruta, me volaba la imaginación viendo sus fotos y pensé en hacerla con manzanas, con peras, frutos rojos que suelo tener congelados, con........y no tardé en prepararla.
Como soy tan curiosa, quise saber el origen del nombre Clafoutis y he podido leer que la tradicional clafoutis es una tarta de origén francés que se elabora con cerezas frescas, pero que también es habitual hacerla con cualquier otra fruta, en éste caso recibe el nombre de flaugnarde....pero yo las llamaré de ahora en adelante la tarta de Merchi.....eso sí, siempre, siempre la haré con ése “Sabor a canela”
¿Como la hice?
Precalentar el horno a 180º C y engrasar un molde (desmontable) con mantequilla.
Pelar una manzana y cortar en trozos pequeños.
En un bol tamizar 45 gramos de harina junto con 50 gramos de maicena, una cucharada sopera de canela en polvo, un pellizquito de sal y 70 gramos de azúcar (especial para repostería, usé la que me regaló Lidia del blog: Cocina dulce de la Srta. Mol, mi prima, es una artista del fondant, de los cupcakes, de las galletas........).
En otro bol batir dos huevos, añadiéndoles 100 gramos de nata (crema de leche) junto con 100 gramos de leche y mezclar bien y agregar el conjunto de harina y maicena removiendo hasta conseguir que quede homogénea.
Echar los trozos de manzana y remover.
Poner la mezcla en el molde y hornear durante 40 minutos aproximadamente.
Una vez listo, dejar enfriar, d esmoldar y espolvorear con azúcar glas y canela molida.
Gracias Merchi, por compartir tantas y enseñar tantas delicias.
Por cierto, las manzanas no las cogí de éste plato, ya que éstas son pintadas en un cuadro, precioso por cierto. El pintor: mi suegro. A pesar de su edad (ya con 80 años) pinta como el mejor de los pintores de cualquier museo ¿no creen?