INGREDIENTES:
- 400 ml de nata (crema de leche)
- 400 g de fresas
- 100 g de azúcar
- 250 g de queso de untar
- 5 hojas de gelatina
- 150 g de galletas
- 150 g de mantequilla
- chocolate blanco
- Aceite de girasol
- colorante rojo
ELABORACIÓN:
- Lo primero que nos hace falta es un molde desmontable, en este caso con forma de corazón.
Base
- Procedemos a hacer la base, que hemos elegido una clásica de galletas y mantequilla, pulverizamos las galletas con ayuda de algún robot o de una manera más rudimentaria como un mortero. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas, con la pasta obtenida forramos la base de nuestro molde y dejamos en frío para que endurezca.
Relleno
- Ahora ponemos en el vaso de la batidora las fresas troceadas con 50 g de azúcar, y trituramos.
- Vertemos sobre un cazo y ponemos a fuego, mientras ponemos a remojo la gelatina en agua fría.
- Añadimos el queso al cazo asta que se funda todo obteniendo una crema homogénea, en este momento apartamos del fuego e incorporamos las hojas de gelatina bien escurridas.
Mezclamos y dejamos que pierda calor.
- Mientras ponemos la nata (crema de leche) a montar con el resto del azúcar, cuando esté montada y la crema de fresa a temperatura ambiente las mezclamos.
Lo haremos vertiendo la crema poco a poco sobre la nata (crema de leche) y con ayuda de una lengua o varilla ir mezclando con movimientos envolventes.
- Vertemos en el molde y dejamos cuajar durante al menos 6 horas en frío.
Baño
- Una vez cuajado pondremos el baño de chocolate, éste lo haremos mezclando el chocolate con el aceite y fundiéndolo al microondas, una vez derretido ponemos el colorante y mezclamos.
Cubrimos la superficie de la tarta y dejamos enfriar nuevamente.(La cantidad de chocolate que necesitaremos variará según el tamaño de nuestra tarta pero la proporción es 200g chocolate 50g de aceite de girasol)
- Finalmente desmoldamos y decoramos al gusto, en este caso he optado por unos corazoncitos blancos y unos cuantos brochazos, hechos con chocolate fundido.