Hace unos días preparamos la torta de nata (crema de leche) que fue todo un éxito.
Y tan contentos estamos de haber conseguido por fin la receta que ahora queremos probar a hacer diferentes tortas con sabores diferentes al tradicional de nata (crema de leche).
Hemos probado esta nueva torta de praliné con avellanas en trocitos y podemos deciros que está también deliciosa y que si habéis realizado la torta de nata (crema de leche) no tendréis problema en realizarla ya que lo que cambia un poquito es la crema de praliné con avellanas.
Vamos con ella:
INGREDIENTES:
250 ml de leche
75 gr de mantequilla derretida
60 gr de azúcar
1 huevo
500 gr de harina
1 sobre de levadura de panadero (fresca o la de panificadora).
Crema de praliné con avellanas
Un chorrito de leche
ELABORACIÓN:
Si tenemos panificadora introducimos la leche, la mantequilla el azúcar y el huevo y luego la harina y la levadura y iniciamos el programa de masas leudadas.
Si amasamos a mano comenzamos con una montañita de harina, en el centro añadimo la leche, el huevo y el azúcar con la levadura y amasamos hasta conseguir una textura homogénea y sin grumos.
Dejamos que doble su tamaño en un sitio cálido (1 hora y media aprox.). Si tenéis panificadora todo esto os lo ahorráis.
Una vez alcanzado el doble del tamaño dividimos en dos vuestra masa. Una parte la utilizaremos para crear nuestra torta, la otra parte podéis congelarla o bien podéis realizar dos tortas si sois muy golosos? Estiramos en un molde circular de unos 40-45 cms de diámetro y dejamos que doble su tamaño o incluso triplique. (Otra hora).
Cuando la masa haya alcanzado el tamaño adecuado le haremos los agujeritos con nuestros dedos (marcad bien hasta el fondo los agujeros ya que se cerrarán durante la cocción) e introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante unos 10 minutos pero recordad que tan pronto como veáis una manchita dorada que aparece en vuestra torta será el momento de sacarla.
¿Por qué? Pues porque si dejáis que se cueza más, le saldrá costra dura y la textura ya no será la misma, el secreto de la torta es su cocción leve y justa para que quede muy esponjosa y suave a la boca.
La dejamos enfríar y comenzamos con la crema de praliné:
Para ello cogeremos la crema de praliné (si la encontráis con trocitos de avellana pues mejor y sino podéis añadirle vosotros las avellanas después).
La introducimos en un cazo mezclada con un chorrito de leche y dejamos calentar a fuego suave hasta que se vuelva bien líquida.
Una vez derretida dejamos templar y cuando haya enfríado lo suficiente la vertemos por encima de nuestra torta y con ayuda de una brocha extendemos el praliné para que se introduzca dentro de los agujeritos y se distribuya igualitariamente.
Dejamos enfríar a temperatura ambiente, espolvoreamos con azúcar glas y podemos servir. Os aseguro que volará de la mesa.
Un besazo y que se os haga la boca chocolate con esta tremenda receta.