La verdad es que creps hago muchas veces pero tortitas no y esta vez tenían que ser tortitas porque este verano unos amigos estuvieron en Canadá y me trajeron una botellita de sirope de arce así que había que hacer unas tortitas espectaculares para probar el sirope y aquí están.
Los ingredientes son:
2 huevos.
270 grs. de harina (de todo uso).
370 grs. de leche (yo uso semidesnatada).
6 grs. de levadura Royal (una cucharadita de postre).
5 grs. de bicarbonato (una cucharadita de postre).
25 grs. de azúcar blanco.
3 cucharadas soperas de aceite de girasol.
unas gotas de esencia de vainilla (opcional).
Mezclar por una parte la harina tamizada, la levadura y el bicarbonato.
Batir a parte los huevos, con la leche, el azúcar, el aceite y la vainilla si se quiere poner.
Incorporar esta mezcla a los ingredientes secos removiendo hasta que no haya ningún grumo y quede una crema lisa.
Dejar reposar media hora, no más, para que el gluten de la harina se relaje sin que se pase el efecto del impulsor y del bicarbonato, si es verano en la nevera.
Pasado el tiempo de reposo se pone una sartén antiadherente al fuego, a mí me gusta tener un platito con mantequilla fundida y un pincel de cocina para ir untando la sartén entre tortita y tortita.
Con un cucharon pequeño ir poniendo la cantidad que queramos para ir haciendo las tortitas, se deja un minuto y en cuanto salen las burbujitas se le da la vuelta, se deja más o menos otro minuto y lista.
Salen hinchaditas y esponjosas y se pueden tomar con nata montada (crema de leche), sirope de arce o de chocolate, o con lo que más os guste.
Bye.