Las trufas de chocolate son un lujo para el paladar. Muy fáciles de preparar y que además podremos guardar en el congelador durante unos dos meses, por lo que nos pueden sacar de más de un apuro si tenemos una visita imprevista.
Si decidimos guardarlas en el frigorífico habrá que consumirlas en el plazo de una semana. También podemos preparar una cajita de estas deliciosas trufas para regalar a nuestros amigos y familiares en un cumpleaños, navidad, etc. Podemos acompañarlas con una tarjetita contando las cualidades del chocolate, como os expliqué en el artículo anterior o lo que se os ocurra. A la hora de prepararlas se pueden hacer modificaciones según el gusto de cada uno, poniendo el licor que más nos guste o el que tengamos en la despensa. Y en el momento final las rebozaremos con lo que queramos como polvo de chocolate, virutas de chocolate, almendra crocanti, coco troceado, polvo de naranja (si recordáis el artículo de las galletas de naranja), etc.
Para cocinar esta receta, deberemos hacerlo el día anterior ya que hay que dejar la mezcla en el frigorífico unas 8 horas. Los utensilios que necesitaremos son los siguientes:
1 bol resistente al calor o 1 cazuela
1 plato
1 batidor manual
1 báscula de cocina
1 rallador
1 paquete de moldes para mini magdalenas
Y ahora veamos la lista de ingredientes que usaremos para preparar las trufas de chocolate:
250 l de nata (crema de leche)
250 grs de chocolate negro para fundir
25 grs de mantequilla
Ralladura de naranja
1 copita pequeña o 42 ml de licor de café u otro
1 paquete de virutas de chocolate (100 gr aunque posiblemente nos sobren, si las hacemos de varios sabores)
Ya solo nos queda el paso a paso:
Trocear el chocolate y reservarlo en un plato
Cocer la nata (crema de leche) y cuando hierva retirar del fuego.
Añadir el chocolate y la mantequilla mezclando bien con la batidora manual.
Poner la ralladura de naranja y el licor y remover de nuevo hasta obtener una masa uniforme.
Dejar enfriar en la nevera unas 8 horas (lo haremos un día antes). Con este paso conseguiremos una masa consistente para poderla manipular.
Al día siguiente le daremos forma a las trufas en pequeñas bolitas utilizando un par de cucharas pequeñas o nuestras propias manos.
Luego las rebozamos con las virutas de chocolate, el polvo de cacao, el crocanti de almendras, el coco troceado, el polvo de naranja o lo que nos apetezca. Es cuestión de usar nuestra imaginación.
Se colocan en moldes de mini magdalenas para lograr una mejor presentación. Los podéis conseguir en bazares chinos o supermercados, los hay blancos y de colores.
Y en este momento elegimos si queremos preservarlas en el congelador o en la nevera. Si las congelamos, tan solo tendremos que sacarlas 10 minutos antes de servir. Son un acompañante perfecto para tomar café o té o para darnos un capricho en cualquier momento del día.