Como ya he dicho, la macrobiótica entiende el universo como un todo en el que se establece un equilibrio entre dos fuerzas yin y yang fuerzas que ascienden y descienden, expanden y contraen y entre las dos siempre debe haber un delicado y firme equilibrio, pero más allá la etiqueta macrobiótica está el vivir en equilibrio con la naturaleza algo que a día de hoy parece muy complicado aunque es todo lo contrario.
Come cuando tengas hambre y bebe cuando tengas sed. Pues vaya obviedad dirás. Parece una afirmación muy simple aunque a día de hoy, ¿cuantos os imponéis comer cinco comidas porque es lo que hay que hacer y beber dos litros de agua porque es necesario? Escuchar al cuerpo es algo básico que te ayuda a vivir en equilibrio y evitar excesos que pasen posteriores facturas.
Nútrete de alimentos de la zona y de temporada. Si quieres vivir en equilibrio con tu entorno tendrás que aprender a respetar los ritmos de la naturaleza. Los tomates se comen en verano y los brócolis en invierno. Cuánto más tienes que desplazar los alimentos más se contamina y más difícil es que se conserven todas sus propiedades organolépticas por un lado y nutritivas por el otro.
Respetar los ritmos en la cocina. Cada alimento tiene unas propiedades concretas y en función del tipo de cocción las alteraremos en un sentido u otro, yin o yang. Cocinar sin prisas y con plena atención a lo que se hace en cada momento.
Ve a la esencia, es decir, busca alimentos lo más naturales posible. En este sentido hablan de evitar el consumo de alimentos procesados y orientar la alimentación a las materias primas. Este aspecto es algo que a día de hoy todos los nutricionistas tenemos más que claro. Además añaden el punto de; alimentos ecológicos, que se producen de una manera sostenible y evitan los químicos en su producción.
Masticar, masticar y masticar. Vivimos normalmente con muchas prisas y eso es algo que se refleja en la manera de comer. Cuanto más mastiques cada bocado, mejor será tu digestión y serás consciente a tiempo, de que estás saciado. Esto es una verdad como un templo.
Como puedes ver a grandes rasgos las ideas principales de la macrobiótica se pueden integrar perfectamente dentro del plano de la alimentación saludable en general, sin título específico. A diferencia de lo que puedas creer la macrobiótica no es un tipo de alimentación vegetariana, si bien tienen preferencia por alimentos de origen vegetal pero también los consumen de origen animal. Aquí te dejo una lista de alimentos que son más habituales en la dieta macrobiótica.
Cereales integrales: Arroz, avena, mijo, trigo sarraceno, quinoa, centeno, espelta, etc
Legumbres: Todas las variedades aunque hay una las azukis que suelen usar mucho. Es una alubia pequeña de color rojizo.
Verduras: De temporada y la zona en todos los platos.
Carnes y pescados: Son poco habituales y con preferencia por los segundos.
Algas: En pequeñas cantidades suelen acompañar muchos platos. Kombu, wakame, hiziki son algunos ejemplos.
Semillas y frutos secos: En aderezos de ensaladas, guisos o como complemento con una fruta para hacer postres por ejemplo.
Aderezos: Como el tamari que es muy parecido a la salsa de soja o el umeboshi, producto de la fermentación de una ciruela con sal.
Tofu o seitán: Como fuente de proteínas vegetales.
Fermentos: También se conocen como pickles. Son verduras que se fermentan de diferentes maneras en macrobiótica prefieren hacerlos con sus jugos y sal.
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