No voy a negar que, como a todo el mundo, me gustan las películas buenas. Pero con las que de verdad disfruto son con las que tienen guiones predecibles y bastante simples. Mis favoritas: thrillers de asesinos en serie. No puedo evitarlo. Detective, generalmente Morgan Freeman, asesino con un claro problema mental y alguna trama truculenta. Y sí, todos estaréis pensando en Seven (peliculote) pero yo me conformo con las de nivel bajo-medio, incluso con las que echan los sábados por la tarde en Antena 3. Vale, no es que me conforme, me flipan.
No acaba aquí la cosa. Mi segunda debilidad: las de superhéroes. X-Men, Los Vengadores y, como no, Batman. Me valen todas. Miento, no todas, Spiderman me parece un flojo y un triste. Me da pereza. Y para acabar de humillarme, las peores de todas. Las películas románticas, pero las que acaban bien y lo sabes desde el principio. Basura auténtica, lo sé. Sandra Bullock, Sarah Jessica Parker o Jennifer Aniston son claros ejemplos de las obras de arte con las que me la gozo.
En fin, acabaré la revelación de mis oscuros secretos diciendo que como palomitas mientras las disfruto. O galletitas saladas. O estas deliciosas galletas de cerveza. Vale sí, y con la cerveza sobrante. Y como estoy segura de que todos tenemos debilidades televisivas, ¿os animáis a disfrutarlas con nuestra receta?
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Galletas de cerveza
Tipo de receta: Postre
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocinado:
Tiempo total:
Raciones: 5
Ingredientes...
1 yema de huevo.
3 cucharadas de azúcar blanco.
200g. de mantequilla.
350g. de harina.
165ml. de cerveza -media lata- nosotras ya sabéis que nosotras #somosmuydemahou.
Con las manos en la masa...
Mezclamos el azúcar con la yema de huevo. Podemos hacerlo a mano o utilizar un robot de cocina (lo que os resulte más cómodo).
A continuación, incorporamos la mantequilla troceada en dados. Seguimos mezclando hasta obtener una masa homogénea.
Es el turno de incorporar la harina y posteriormente la cerveza. La cantidad de harina es aproximada. Sabréis que la masa está lista cuando no se pegue a las paredes del recipiente donde estéis mezclando los ingredientes. Pasará lo mismo con las manos, se tiene que poder trabajar con la misma.
Colocamos la masa en una superficie limpia y ligeramente enharinada. Ayudándonos de un rodillo la extendemos hasta que tenga 3-4 milímetros de espesor. Cortamos las galletas con un cortador especial o con la boca de un vaso (los de chupito son perfectos).
Colocamos las galletas sobre papel sulfurizado en una bandeja de horno. Introducimos en el mismo, previamente precalentado, a 180º durante 25-30 minutos. Estarán listas cuando tengan un color dorado.
Notas...
Podéis darle un toque extra de dulzor espolvoreando azúcar sobre las galletas antes de introducirlas en el horno.
3.2.2708
Fuente: este post proviene de Con Extra de Queso, donde puedes consultar el contenido original.
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