Ingredientes:
2 esqueletos de pollo
1 cucharada de aceite
1 trocito de cebolla picadito
2 cucharadas de harina
leche
huevo batido
pan rallado con ajo y perejil
sal
aceite para freír
Preparación:
Se ponen a hervir los esqueletos de pollo con un litro de agua. Cuándo estén listos se guarda ese caldo para otras preparaciones y comenzamos a desmenuzar los esqueletos sacando la carne con cuidado de no dejar ningún hueso.
Cortamos en trocitos de similar tamaño y reservamos.
Mientras doramos la cebolla con una cucharada de aceite y añadimos dos cucharadas de harina y seguimos dorando. Apartamos del fuego y añadimos la leche que admita. Cuándo tengamos una crema más o menos manejable le añadimos la carne de pollo y dejamos espesar.
Colocamos todo en una fiambrera para que se enfríe y tome consistencia, mejor de un día para otro.
Al día siguiente de cogen porciones de la masa y se moldean con las manos, se pasan por huevo batido y luego por un cuenco de pan rallado y se doran un poco en una sartén.