Parece mentira, pero a estas alturas aún no me he organizado mucho en cuanto al blog se refiere después de las fiestas navideñas, que aunque parecen muy lejanas, hace unos días que nos estábamos comiendo el Roscón....¿o no?
Pero nada, contra viento y marea, aquí me tienes un domingo por la tarde, escribiendo unas líneas para publicar una receta y que espero que alguien la lea y que además alguien la haga....!!!
La receta de hoy la probé por primera vez en casa de MJ en una cena que nos preparó de lujo; AQUÍ tenéis el menú!
Debo confesar que a mí me encantan los huevos, las patatas y por supuesto, la trufa...así que este plato (que en casa ya lo he preparado y versionado un par de veces) ya se está convirtiendo en un clásico.
Espero que os guste tanto como a mí y que os animéis a prepararlo...os aseguro que os van a hacer la ola!
NOTA: las fotos están hechas antes de que cuaje el huevo ya que no tuve tiempo de hacer la foto una vez hecho pero tiene que quedar la clara blanca y la yema blanda.
Que tengáis una feliz semana!
Dificultad: baja
Tiempo de preparación: 15 minutos de cocción más lo de preparación
Ración: 6 potitos
Ingredientes
2 puerros
3 patatas
60 gr de mantequilla
Agua mineral
1 bolsa de patatas chip de buena calidad
6 huevos (si pueden ser frescos mejor)
Trufa laminada
Aceite de trufa
Preparación
1- Primero hacemos el puré: salteamos los puerros cortados a láminas con la mantequilla. Cuando estén casi transparentes, añadimos las patatas peladas y troceadas, un poco de sal y cubrimos con agua mineral y dejamos que hierva a fuego medio. Cuando estén las patatas tiernas, trituramos con la Thermomix o la batidora manual y reservamos. Debe de quedar MUY ESPESO así que si hay exceso de líquido, antes de triturar, lo eliminamos.
2-Ponemos una cucharada en cada potito de la crema de puerros.
3-Introducimos un puñado de patatas chip trituradas con la mano dentro del potito.
4-Dejamos caer en cada potito un huevo, procurando que no se pinche la yema con las patatas (hacemos un hueco para que caiga el huevo en él).
5-Ponemos una pizca de sal y pimienta, la trufa laminada y un chorrito de aceite de trufa.
6- Cocemos al "Baño María" : en una cazuela ponemos los potitos cerrados con su tapa y añadimos agua hasta la mitad de los potitos. Ponemos en el fuego y dejamos que el agua llegue a 65º y que no pase, procurar que no hierva. Para este paso va genial utilizar un termómetro de cocina (lo venden en Ikea por menos de 9 euros).
Este proceso dura unos 10 o 15 minutos y tenemos que retirar del fuego enseguida que la clara se vuelva blanca y así conseguir que la yema quede blanda.
7- Servimos en el momento y lo comemos removiendo todo y disfrutando del aroma que sale cuando se abre.
Nota
- Si tenéis un termómetro de cocina, este es el momento de usarlo.
- Podemos tener la crema de puerros hecha y montar el plato en el momento.
- La trufa, si es auténtica, mejor!
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