Los 10 errores más comunes son los siguientes:
Descongelar alimentos sobre la encimera a temperatura ambiente: debemos descongelar a temperatura controlada bajo refrigeración y consumirse en un plazo máximo de 24 horas y nunca recongelar una vez descongelado. Si se descongela en el microondas habrá que consumir de forma inmediata.
Guardar juntos en la nevera alimentos crudos y cocinado: se produce la contaminación cruzada directa, que desemboca en un intercambio de microbios. Lo correcto es almacenar los alimentos cocinados en la parte superior de la nevera, para evitar goteos procedentes de de los crudos que deberán situarse preferiblemente en las baldas inferiores.
Dejar poco hechas carnes de pollo o preparaciones con huevos sin cuajar: la solución es cuajar bien las preparaciones a base de huevos como tortillas así como cocinar a fondo las carnes de pollo u otras aves.
Servir la tortilla en el plato que se ha utilizado para darle la vuelta: un error muy común es pasar el plato solo por el agua del grifo y secarlo: además de ser una limpieza ineficaz y deficiente, se contamina el trapo de secado, que puede recontaminar manos o superficies. Deben utilizarse siempre platos diferentes para alimentos crudos o semielaborados y los ya cocinados por completo. Si se va a usar el mismo plato, debe lavarse antes con agua caliente y jabón y secar con una toalla de papel de un solo uso.
Preparar mayonesa o preparaciones derivadas como ensaladilla rusa con antelación: los preparados con huevo crudo se consideran de elevado riesgo alimentario, por lo que durante su preparación deben extremarse las precauciones de higiene. Es fundamental reducir el tiempo entre la elaboración y el consumo. Se debe usar la cantidad justa de mayonesa a consumir en el momento o bien utilizar mayonesa comercial ya preparada.
Cocinar en varias etapas: el riesgo está en el proceso de calentamiento - enfriamiento. Cuando se prepara un plato es preferible realizarlo de un tirón y, si se hace con antelación (algunas recetas necesitan reposar y ganan sabor de un día para otro) hay que hacerlo siempre bajo condiciones de refrigeración.
Dejar que los alimentos se enfríen durante un tiempo excesivo antes de colocarlos en el refrigerador: tampoco conviene introducirlos aún calientes en la nevera porque podrían elevar la temperatura de refrigeración en el interior de la nevera y comprometer la inocuidad de los alimentos allí almacenados. Los alimentos cocinados y calientes deben dejarse enfriar un máximo de dos horas antes de refrigerarlos.
Dejar alimentos ya preparados o sobras de un día para otro en el horno o en la encimera a temperatura ambiente: A menudo es un problema de espacio. Además de lo ya comentado sobre la presencia de agentes patógenos se incrementan las posibilidades de presencia de insectos.
Probar alimentos para ver si "todavía están buenos": el alimento portador de la contaminación patógena no tiene un aspecto, olor o sabor diferentes, de ahí que sea casi imposible detectarlo cuando se prueba. Los sentidos no son fiables para valorar su estado, hay que poner los medios para prevenir que los microbios puedan desarrollarse.
No lavarse las manos antes de comenzar a manipular alimentos.
Unos cuantos ya lo sabiamos todos (como el nº 10...) pero hay algunos que a mí me ha llamado la atención como los errores nº 1, 2 y 4.
1. Yo había veces que descongelaba a temperatura ambiente; a partir de ahora descongelaré en la nevera.
2. La comida cocinada en la nevera la guardaba donde había sitio; a partir de ahora le haré hueco en la parte de arriba.
4. Yo pasaba el plato por el grifo y lo usaba para poner la comida cocinada. Ahora usaré otro distinto. Aunque para las patatas fritas uso el mismo en el que las corté porque le pongo un papel de cocina para que abosrba el aceite.
Tampoco me voy a volver un maniático de los microbios, pero si cambiando pequeños detalles (que no cuesta nada) podemos prevenir alguna enfermedad, pues mejor que mejor, no creeis?
Hasta la próxima!