Una de las pocas grasas con la que la mayoría de las personas están de acuerdo en que es saludable es el aceite de oliva.
Este aceite -que forma parte de la dieta mediterránea- es una grasa tradicional que ha sido un elemento básico en la dieta de algunas de las poblaciones más saludables del mundo.
Los estudios muestran que los ácidos grasos y antioxidantes presentes en el aceite de oliva tienen poderosos beneficios para la salud, tales como una reducción en el riesgo de enfermedades del corazón, entre otros.
Aceite de oliva
El aceite de oliva es el aceite que se obtiene mediante el procesamiento de las aceitunas, que son los frutos del olivo.
El mejor tipo de aceite de oliva es el virgen extra. Este se extrae con métodos naturales y estándares que implican cualidades como la pureza, el sabor y el olor.
El aceite de oliva virgen extra tiene un sabor distintivo y es alto en antioxidantes fenólicos, la razón principal por la que el aceite de oliva es tan beneficioso.
Composición del aceite de oliva virgen extra
El aceite de oliva virgen extra es bastante nutritivo. Contiene pequeñas cantidades de las vitaminas E y K y un montón de ácidos grasos beneficiosos.
Este es el contenido de nutrientes de 100 gramos de aceite de oliva:
Grasas saturadas: 13,8%.
Grasas monoinsaturadas: 73%.
Omega-6: 9,7%.
Omega-3: 0,76%.
Vitamina E: el 72% de la dosis diaria recomendada.
Vitamina K: el 75% de la dosis diaria recomendada.
Pero donde el aceite de oliva virgen extra realmente brilla es en su contenido de antioxidantes.
Incluye el aceite de oliva virgen extra en tu dieta regular y disfruta de una alimentación sana que repercutirá favorablemente en tu salud general.
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Imágenes: mtselections