Si tenemos una pieza grande de queso a la que no le vamos a dar uso la podemos conservar en aceite de oliva, es una forma muy antigua para conservar queso y además tendremos un delicioso aperitivo o tapa.
Recomiendo que utilicéis un buen queso,vuestro queso favorito y por supuesto un buen aceite de oliva, ya que el queso se impregnará del aceite de oliva. Al queso curado en aceite de oliva se le pueden añadir hierbas aromáticas como unas hojas de laurel, tomillo, pimienta... pero eso lo dejo a vuestro gusto.
El tiempo de maceración es de 2 meses como mínimo, aunque se puede comer antes, lo ideal sería esperar los dos meses para que el queso se cure.
Yo he usado aceite de oliva virgen extra Finca de la Torre de la variedad Arbequina, este aceite tiene 100% Sabor a Málaga, extraído de aceitunas ecológicas, sólo mediante procesos mecánicos y en su haber tiene el Premio al mejor Aceite de Oliva Virgen Extra español 2012-2013 y la Medalla de Oro en Olive Japan 2014, vamos un aceite de "toma pan y moja".
Ingredientes:
1/4 queso semicurado manchego
Aceite de oliva virgen extra
Tarro de cristal limpio
Elaboración:
1. Quitar la corteza al queso, cortarlo en cuadrados e introducirlo en el tarro de cristal.
2. Cubrir el queso con el aceite de oliva virgen extra. Tapa el tarro y conservar al menos 2 meses en un lugar fresco que no supere los 20º.
Es una pena que no se aprecie en esta foto el color verde intenso del aceite de oliva virgen extra ¡me enamoró su color!