Albóndigas de merluza, una manera diferente de comer pescado. Receta sencilla, sana y ligera. Un plato que siempre triunfa, y que puede ser nuestro mejor aliado para que los niños coman pescado. Si se las acompañamos de arroz seguro que les encantan.
La receta original lleva miga de pan para espesarlas, yo no se la he puesto. En lugar de pan he utilizado calabacín para hacerlas más ligeras, por lo que además de pescado, estamos introduciendo verduras. Mezcladas con la salsita están deliciosas.
Es una receta baja en calorías que se puede introducir en dietas de adelgazamiento. Quedan muy bien de un día para otro, podemos aprovechar y llevarnos un táper al trabajo y comer sano en la oficina. Acompañadas de una ensalada son una comida muy completa.
Una receta saludable y deliciosa!
Tiempo de preparación: 45 minutos
Dificultad: fácil
Ingredientes (para 4 personas)
Para las albóndigas
1 cebolleta pequeña
1 diente de ajo
600 g. de merluza (fresca o congelada)
180 g. de calabacín
Sal
Pimienta
Para la salsa
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1 puerro
80 ml. de vino blanco
450 ml. de agua o caldo de pescado
Sal
Pimienta
Perejil
Cómo hacer albóndigas de merluza con salsa de vino blanco
Para hacer las albóndigas: pica la cebolleta y el ajo muy finos y póchalos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Pela el calabacín eliminando la parte verde, pártelo en trozos pequeños y añádelo a la sartén.
Trocea la merluza e incorpórala también a la sartén. Salpimenta, y cocina todo junto hasta que el calabacín esté blando y la merluza hecha.
Una vez esté listo, tritúralo con un robot de cocina hasta conseguir una masa blanda. Al pasarla luego por la sartén cogerá más consistencia, pero si queda demasiado blanda podemos añadir un poco de pan rallado. Esperamos a que enfríe y formamos las albóndigas.
Calentamos una sartén con unas gotas de aceite de oliva y pasamos las albóndigas por ella un par de minutos. Solo para marcarlas un poquito por fuera y queden algo doraditas.
Para la salsa: trocea la cebolla, los ajos y el puerro. Póchalos en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén blandos.
Agrega el vino blanco, déjalo reducir hasta que se evapore y añade el agua. Salpimenta, y deja que se cocine a fuego medio durante 10 minutos. Tritura la salsa, añade las albóndigas y déjalo cocer todo junto 5 minutos más. Espolvorea un poco de perejil picado y listo.
Nota: La salsa no lleva harina ni nada que le ayude a espesar, por eso, deja que se evapore gran parte del agua de la salsa para que al triturarla te quede espesita.