Receta para hacer alitas de pollo al horno con salsa barbacoa
Cuando de tanto en tanto visito algún restaurante de comida rápida, suelo pedir alitas de pollo fritas. No están mal, pero, como dice un buen amigo; "ni el mejor plato del mejor restaurante del mundo puede superar a un plato casero hecho con amor". No recuerdo si la cita es exacta, pero la idea sí que es esa. Yo estoy totalmente de acuerdo con él. Cuando cocinamos en casa elegimos nosotros los ingredientes, y somos igualmente conocedores del proceso que hemos seguido. Si partimos de buenos ingredientes, y de una receta adecuada, el éxito está asegurado. Aunque, al principio, no seamos muy diestros en las artes culinarias, el amor que pongamos en las elaboraciones suplirá con creces esas carencias de conocimientos, que, con el tiempo, acabarán llegando.
En la receta de hoy, os propongo una versión de las alitas de pollo fritas que podemos encontrar en diversos locales. En este caso me he decantado por hacerlas al horno, porque así obtenemos un plato mucho más saludable que si las freímos en aceite. Además, he usado una de las recetas de salsa barbacoa que, desde mi punto de vista, es casi insuperable, y que deja en la estacada a cualquier salsa comercial que podáis encontrar. La receta de dicha salsa es muy sencilla de elaborar, prácticamente solo hay que mezclar unos pocos ingredientes, cocerlos un poco y ya. Lo demás, embadurnar el pollo y hornearlo, es aún más sencillo. Por lo tanto, este es un claro ejemplo de que hacer versiones caseras de platos de restaurante no tiene por qué significar pasar horas en la cocina.
Si queréis dar un valor añadido a este plato, os sugiero que acompañéis estas alitas de unas patatas al horno, un poco de verdura a la plancha, o lo que os apetezca.
Si os gusta esta receta os animo a que elaboréis otras parecidas que podéis encontrar en mi colección de recetas hechas con alas de pollo, de entre las que cabe destacar las alitas al horno sin aceite y las alas de pollo al estilo KFC.
Y, sin más preámbulos, os dejo con esta estupenda receta.Vídeo de la Receta
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Ingredientes [Para 2 personas]:
Alas de pollo - 6 unidades
Ketchup - 225 gramos
Zumo de naranja - 100 ml
Miel - 75 gramos
Salsa de soja - 1/2 cucharada grande
Ajo en polvo - 1/2 cucharada grande
Cebolla en polvo - 1/2 cucharada grande
Jengibre - 1/2 cucharada grande
Vinagre - 40 ml
Azúcar - 50 gramosElaboración de la Receta
Vamos a comenzar con el alma de estas alitas; la salsa. Su elaboración no puede ser más sencilla. Cogemos un cazo y echamos todos los ingredientes de la receta (menos las alitas!!). Mezclamos bien y llevamos el cazo al fuego. Calentamos hasta que la salsa rompa a hervir. En ese momento, cocinamos a fuego medio durante, aproximadamente, 30 minutos o hasta que la salsa espese. Es importante que vayamos removiendo la salsa regularmente. Una vez que está bien espesita retiramos de la fuente de calor y dejamos que se enfríe.
Mientras que la salsa se enfría, quemamos los restos de pequeñas plumas que puedan quedar en las alas. Para ello, podemos ayudarnos de un soplete de cocina, o, si disponéis de una cocina de gas, podéis encender uno de los fuegos y pasar con cuidado por encima las alas para quemar las plumas.
A continuación, cogemos un cuenco de base ancha, o una fuente, y ponemos un poco de salsa barbacoa en el fondo. Colocamos dentro las alitas de pollo y las embadurnamos con un poco de la salsa barbacoa. Reservamos una parte de ésta para servirla junto con las alitas ya horneadas por si queremos añadirles un extra de salsa en el momento de comerlas, o por si queremos poner la salsa sobre unas patatas fritas con las que acompañar este plato.
Una vez que hemos untado las alas, tapamos el cuenco con un plástico y dejamos que las alas reposen durante, al menos, una hora. Si las dejáis macerar en la nevera durante toda la noche el resultado será aún mejor. En ese caso, sacaremos el cuenco de vez en cuando para girar las alas y que se impregnen bien con la salsa.
Unos 20 minutos antes de hornearlas, ponemos el horno a precalentar a 200º C.
Para hornearlas, ponemos las alas sobre una fuente para horno. Las colocamos bien extendidas, para que no se toquen y se doren por todos lados.
Metemos la fuente en el horno y horneamos, a 200º C, durante 30 minutos. Si deseamos obtener un dorado uniforme sacamos la fuente del horno cuando hayan transcurridos 15 minutos y giramos las alitas.
Una vez que estén bien doradas, las sacamos del horno y las servimos de inmediato con un poco de la salsa que tenemos reservada.
Anotaciones y Consejos
Si queremos rentabilizar el gasto energético que implica encender el horno, podemos aprovechar para hornear unas patatas que nos servirán como un magnífico acompañante para estas alitas.
En mi opinión, el mejor momento para degustar este plato es recién hecho, con el paso de las horas la calidad gustativa del mismo va empeorando.