Caído del cielo este maravilloso Angel food cake y como su nombre indica es lo más esponjoso que vayáis a probar nunca! Necesitáis muy pocos ingredientes y admite muchas variantes de sabor y aroma, yo esta ocasión he optado por tiramisú ( si, me encanta).
Necesitaréis un molde especial que tiene un agujerito en medio y unas patitas en los bordes ya que a la hora de dejarlo enfriar hay que hacerlo boca abajo ya que si no el bizcocho se bajaría y quedaría en menos de la mitad.
Ingredientes:
6 claras de huevo
60 g de harina de trigo
200 g de azúcar blanco
1 cucharadita de cremor tártaro o bicabornato
1 cucharadita de vainilla en pasta o el aroma que queráis
cacao en polvo para decorar
Como siempre precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo.
En la batidora pondremos las claras y el cremor tártaro y comenzaremos a batir a velocidad media alta, cuando veamos que se empiezan a montar las claras añadiremos poco a poco el azúcar hasta formar un merengue bien firme.
Momento ahora de aromatizar nuestro Angel Cake, unas gotitas de cualquier aroma son suficientes. Por su puesto también podéis teñirlo a juego con el sabor.
Una vez tengamos el merengue con muchísimo cuidado tamizaremos la harina y con ayuda de una espátula y muy despacio haremos movimientos envolventes hasta que no queden grumos de la harina.
A diferencia del resto de bizcochos esta vez NO ENGRASAREMOS EL MOLDE nada de nada, repartiremos toda la masa por el molde y lo horneamos durante 40 minutos. Es importante que no abráis el horno ya que se bajaría y se estropearía.
Pasado este tiempo lo sacamos del horno y caliente le damos la vuelta al molde y lo dejamos enfriar por completo.
Una vez frío pasamos una espátula por los bordes y con cuidado lo desmoldamos.
Espolvoreamos cacao en polvo o azúcar glass y decoramos con lo que queramos. Frutos del bosque, virutas de choco….
Delicioso y muy ligero, si os sobra (que lo dudo) no olvidéis taparlo bien ya que al tener tanto aire se secará mucho.
A disfrutar!