De nuevo, como cada día diez, las chicas de La Cocina Typical Spanish, nos retan a cocinar con una premisa. Este mes, abril, había que hacer un homenaje a la celebración del Día del Libro, así que con el hastag #entrelibrosandaelguiso, nos proponían elegir una receta de un libro que estuviéramos leyendo o que hubiéramos leído.
Como siempre la condición principal era que la receta, se adaptara a la gastronomía española. Y en eso estaba yo, recordando mis últimas lecturas para ver si encontraba la receta perfecta. Pero no la encontraba… hasta que hablando con mi amiga Susana me prestó un libro que ella aseguraba que me iba a ser de gran ayuda.
Cuando me dijo la autora, Isabel Allende, sabía que quizá no encontraría la receta que buscaba, pero que me iba a encantar el libro porque adoro a esta mujer.
Isabel Allende es una escritora chilena autora de numerosos libros (La casa de los espíritus, De amor y sombra, Paula, Cuentos de Eva Luna..). El libro que Susana me prestó es Afrodita, cuentos, recetas y otros afrodisíacos, donde relata los mejores platos afrodisíacos que su madre cocinaba. Todo mezclado con recetas detalladas de los platos y numerosos datos de los ingredientes considerados más eróticos. Un libro, literalmente, delicioso, con una prosa ligera, sencilla y con un fino toque de humor.
Afrodita tiene al final todas las recetas de los platos que se nombran. Son recetas internacionales que ella describe tal y como su madre las elabora. Dado que el reto de La Cocina Typical Spanish gira en torno a la gastronomía española, fui eliminando las recetas que no podría adaptar a nuestra cultura culinaria (aunque me he propuesto prepararlas igualmente) pero ella hace mención a varias recetas muy nuestras (paella, gazpacho..) con elaboraciones discutibles, eso si. Pero en el apartado postres aparece una receta deliciosa en su definición y en los recuerdos que le transportan. El arroz con leche es el postre preferido de la escritora y su manera de definirlo es maravillosa. Ya tenía receta.
Una noche de enero de 1996 soñé que me lanzaba a una piscina llena de arroz con leche, donde nadaba con la gracia de una marsopa. Es mi dulce preferido, tanto es así que en 1991, en un restaurante de Madrid, pedí cuatro platos de arroz con leche y luego ordené un quinto de postre. Me los comí sin parpadear, con la vaga esperanza de que aquel nostálgico plato de mi niñez me ayudaría a soportar la angustia de ver a mi hija muy enferma. Ni mi alma ni mi hija se aliviaron, pero el arroz con leche quedó asociado en mi memoria con el consuelo espiritual.
La receta de Isabel Allende es algo distinta a la que yo acostumbró a preparar, pero para ser honesta os diré que lo he preparado a mi estilo. Os dejaré la receta del libro también.
Receta de Isabel Allende
½ taza de arroz
10 tazas de leche
2 tazas de azúcar
1 palo de canela
1 trozo de cáscara de limón
4 tazas de agua tibia
Remoje el arroz en el agua tibia por media hora. Ponga a hervir el arroz con la leche y el palo de canela hasta que se ablande, más o menos media hora. Agregue el azúcar y la cáscara de limón y continúe el hervor a fuego muy suave, revolviendo de vez en cuando para que no se pegue, hasta que espese, alrededor de media hora más. Colóquelo en una fuente, enfríelo en la nevera y, antes de servir, espolvoree encima la canela en polvo.
Mi receta
INGREDIENTES:
1 litro de leche semi desnatada
200 gr de arroz redondo
150 gr de azúcar
1 palo de canela
Cáscara de un limón.
PREPARACIÓN:
Enjuagamos el arroz en agua para que suelte algo de almidón. Escurrimos y reservamos.
En un cazo ponemos la leche con el azúcar, la canela y la cáscara de limón. Calentamos para que se disuelva bien el azúcar y cuando la leche esté a punto de hervir, incorporamos el arroz y bajamos el fuego para que cueza durante una media hora a fuego suave. Comprobamos que el arroz está tierno y vertemos en los recipientes elegidos o en una fuente. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y espolvoreamos canela en polvo antes de servir.
Os recuerdo, que el arroz cuando reposa sigue absorbiendo leche por lo que no es conveniente que al acabar la cocción haya poca leche, pues os puede quedar muy seco.
Ponemos a calentar la leche con la canela, la cáscara de limón y el azúcar.
Cuando arranque a hervir añadimos el arroz, bajamos el fuego y dejamos que cueza, removiendo para que no se nos pegue, hasta que el arroz esté tierno.
Un libro exquisito, os recomiendo su lectura, y una receta tradicional.
El arroz con leche me gusta cremoso, como este.
Las connotaciones sentimentales de esta receta, la hace especial para la escritora.
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