Ahora no se si es por el dulce recuerdo que me trae su aroma o simplemente por que está delicioso pero es mi postre favorito y lo puedo comer a cualquier hora y durante días, nunca me canso de comerlo.
Ingredientes:
200 g. de arroz (Un vaso)
400 ml. de agua (Dos vasos)
1 l. de leche (mejor si es entera)
200 ml. de nata (crema de leche)
100 g. de azúcar
1 rama de canela
1 limón
una pizca de sal
Elaboración:
Comenzamos colocando en un caldero a fuego lento el agua, el arroz y la pizca de sal. Cuando notes que el arroz comienza a cocinarse y el agua se absorbe a los 15 minutos aproximadamente, le añadimos la leche poco a poco de unas tres o cuatro veces y removiendo para evitar que el arroz se pegue al caldero.
Una vez añadida toda la leche añadir el azúcar, la rama de canela y la piel del limón. La piel del limón debe de tener lo menos posible de la parte blanca, a mi me es de mucha ayuda retirar la piel con un pela-vegetales.
Mantente alerta pues el arroz con leche es muy propenso a pegarse al caldero, esa es la única pega que le encuentro a esta receta, así que remueve de vez en cuando con una cuchara de madera y disfruta del olor a canela que está perfumando tu cocina.
Cuando notes que el arroz y la leche comienzan a querer fundirse en uno, bueno eso es muy romántico, debemos dejarlo casi una hora a fuego muy lento. Luego le añadimos la nata (crema de leche), removemos y dejamos hervir unos minutos más.
Para acabar colocamos el postre en cuencos individuales o en uno grande, eso lo dejo a elección de cada cual, yo prefiero los individuales porque si no es así no paro de comerlo.
Si te gusta la canela tanto como a mí espolvorea con un poco de canela cada arroz con leche.
Ahora tan solo deseo que disfrutes de esta receta, de este día y de esta vida ¡Muchos besos!
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